Inversión para combatir la marginación

Para dar oportunidades de desarrollo a quienes viven en la pobreza

No obstante el Fenómeno del Niño costero, el Perú sigue concitando la atención de inversionistas nacionales y extranjeros en sectores como minería, hidrocarburos y electricidad, según César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima. Precisó que la cartera de proyectos asciende a US$ 108,757 millones para los próximos seis años (este monto contempla inversiones por encima del millón de dólares), cuya ejecución equivale a 8.3% del Producto Bruto Interno.

¿Qué representa este monto de inversión? Volver a recuperar los niveles de crecimiento de años previos, al menos 5% anual. Es decir, generar más empleo digno, continuar la reducción de la pobreza, incrementar los niveles de productividad del país e incrementar los recursos del Estado para que pueda atender a los sectores menos favorecidos.

Por ejemplo, cuando el Ing. Abelardo de la Torre Villanueva, jefe de la Autoridad Nacional del Agua, manifiesta que se requieren S/ 6,000 millones para potenciar la infraestructura de riego, nos hemos preguntado de dónde van a salir esos recursos si al mismo tiempo trabamos el ingreso de nueva inversión. El Estado no es una institución a la cual se le puede extraer recursos de manera indefinida sin generar las condiciones para que reciba nuevos ingresos.

En la actualidad, los recursos para financiar la reconstrucción nacional provienen del Fondo de Estabilización Fiscal, que permitió acumular recursos en la época de crecimiento, cuando hubo mayores niveles de inversión y un incremento en el bienestar de más familias. Pero, ¿qué pasará, como se prevé, cuando los fenómenos naturales vuelven a repetirse a fin de año? ¿Podremos recurrir indefinidamente al Fondo de Estabilización? Definitivamente, no.

Después de lo sucedido en el norte del país es razonable que las autoridades prioricen la limpieza de cauces en las regiones que se ubican en las zonas de mayor riesgo, pero eso no significa que el impacto de los fenómenos climatológicos no afecte al sur del país. ¿Quiénes son los responsables de las limpiezas de los cauces y descolmatación de la infraestructura de riego? Principalmente las juntas de usuarios de riego de los diferentes valles, por eso es que cobran y administran los recursos pagados por los miembros de las comisiones que agrupan a los agricultores por sectores.

Algunos dirán que los recursos recaudados son insuficientes para sufragar el costo que representa el mantenimiento de la precaria infraestructura hídrica existente y que la agricultura no genera los excedentes necesarios para cumplir con tal misión. No es necesariamente cierto, porque existen regiones en el país donde una agricultura moderna sí genera excedentes. Entonces, ¿cómo lograrlo? Captando inversión directa para la agricultura, promoviendo la asociatividad entre los agricultores y, finalmente, estableciendo sinergias con otras actividades económicas complementarias.

El Perú, por sus características, tiene un gran potencial agrícola y minero. Cuenta con ingentes recursos hídricos que se desaprovechan en el mar, pero carece de infraestructura que permita que todas las actividades económicas florezcan en el menor plazo posible. Cuando se afirma que es necesario establecer una alianza entre la agricultura y la minería, estamos pensando principalmente en los millones de compatriotas que aún viven en condiciones de pobreza y que el dogmatismo anti inversión y anti minería se esmera en mantener marginados de una oportunidad de desarrollo y engrandecimiento para cada uno de ellos.

Guillermo Vidalón del Pino