Inseguridad: ¿El Mininter maniatado?

Sobre las polémicas medidas que se alistan para enfrentar la delincuencia

Debe ser muy difícil ejercer la responsabilidad de un Ministerio cuando el Presidente te coloca encima un supra-ministro llamado eufemísticamente asesor, que además funge de vocero (que sigue repitiendo pavadas llaneras con gran soltura) sin importar que ya fracasó rotundamente en el mismo ministerio que hoy controla a la distancia mediante sus esbirros atornillados como asesores y en Oficinas y Superintendencias claves para el éxito de una gestión. La tozudez presidencial (o conyugal, chi lo sa?) es inaudita, tanto que hace dudar de la buena intención. De poco servirán la honestidad y el conocimiento del sector si sus brazos los controla otro. Una pena.

Ahora que la señora, premeditadamente, se escandaliza por una pregunta que no le hicieron y una insinuación que ella asume (Excusatio non petita pecata manifesta), sería interesante saber qué pasaría si, en aplicación del acceso policial indiscriminado a la geolocalización del celular de los vecinos, aparecieran unas coincidencias dignas de cartel de fiesta brava. Tan violatorio como como el contenido de una conversación es husmear con quien habla y donde está o estuvo una persona, más aún con el prontuario de la supuestamente disuelta DINI, hoy bajo órdenes de ¨Batman¨ evaluando las probabilidades de éxito de emular el gesto de su fallecido alter ego llanero.

Ampliar las posibilidades de interceptación legal de comunicaciones es sumamente riesgoso, más aún cuando el Presidente manifiesta aún su admiración por el sátrapa muerto, repitiendo desenfadado su prédica infame, evidenciando que considera a los empresarios (que pagan los impuestos con los que se pagó su sueldo desde chiquitito) como enemigos del Estado.

El cacareado ¨apagón celular¨ es improductivo (por el rápido tráfico de esos bienes) e inaplicable por las características del mercado peruano, donde días a lomo de mula son a menudo el único modo de llegar a poblaciones alejadas.

En el pasado, el acceso policial a las zonas aduaneras trajo más problemas que soluciones, con la infiltración delincuencial (SL incluido) en la PNP, pretender hacerlo hoy es como ponerse las medias encimas de las botas y después llorar porque se rompieron.

Las recompensas monetarias al personal policial por cumplir su deber puede generar una expansión de los abusos que ya existen. Recompensas a civiles por hacer algo para lo cual no se les paga, sí. A militares o policías, de ninguna manera. No son niños de kínder, son profesionales. ¿O acaso su sueldo tendrá un alto porcentaje variable, por alcanzar objetivos?

En lo que coincido plenamente es en la necesidad de poner en blanco y negro el protocolo de uso de la fuerza (incluida la fuerza letal) por parte de la PNP, aunque en realidad debiera ser una sola norma, con capítulos específicos para FFAA, PNP, Serenazgo, Seguridad Privada y ciudadanos de a pie, pero eso excedería la delegación.

En cuanto a un nuevo régimen disciplinario de la PNP, si se retira el carácter inembargable de la pensión de jubilación del policía que delinque, tendríamos resultados muy interesantes. Espero que esta iniciativa acabe con la modalidad del traslado que no es sino mover al deshonesto a otro sitio menos visible, donde sigue haciendo lo mismo. El reingreso a la fuerza por sentencia judicial debiera ser inviable cuando la salida del efectivo fue causada por faltas graves o delitos.

Me temo que será otra oportunidad perdida por la chapucería.

Por Dardo López-Dolz

21 – Jul – 2015