Elizabeth Zea Marquina

Impunidad y lesa humanidad

La historia no es justa con quienes lucharon contra el terrorismo

Impunidad y lesa humanidad
Elizabeth Zea Marquina
12 de mayo del 2017

La historia no es justa con quienes lucharon contra el terrorismo

 

Impunidad. El caso Madre Mía nos sorprende todos los días con nuevos destapes. Ahora sabemos que el ex mandatario Ollanta Humala —el ex “capitán Carlos”, apelativo por el cual lo reconocen los testigos de este caso— supo desde el 2015 de la existencia de los audios de presuntos testigos que afirman que fue él quien ordenó la desaparición de personas en Madre Mía, por el año 1992. Con testimonios que nunca fueron corroborados al 100%, el caso se archivó en el 2009. Recién hoy la Primera Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Terrorismo y Derechos Humanos ha reabierto el caso y lo denunciado a Ollanta Humala por delitos contra la humanidad, de conformidad a nuestro Código Penal vigente. Pero el “capitán Carlos” está libre, sin ninguna orden judicial que limite su libertad.

 

Indolencia. Más de veinte años sin que las víctimas vean justicia ni reparación, Parece ser la historia de siempre, si no pregúntenle a los familiares de las víctimas de Soras, que aún claman justicia, mientras carteles con la cara de Abimael Guzmán y Osmán Morote se pasean por las calles, burlándose de su dolor. Ya del otro lado del cerco, se encuentran libres senderistas y emerretistas, bien reparados e indemnizados por el Estado, pensando en volver a la política de nuestro país a través de la máscara terrorífica llamada Movadef. A ellos no se les aplicó la imprescriptibilidad de sus delitos, como si se ha hecho con el gestor de la lucha contra el terrorismo; él si debe morir en la cárcel como autor mediato de las matanzas en los casos La Cantuta y Barrios Altos.

 

A diferencia de los terroristas —como Víctor Zavala Cataño o Jaime Castillo Petruzzi— a Alberto Fujimori no lo beneficiaron con los decretos legislativos que diera García Sayán en el gobierno de Toledo. No, a Alberto Fujimori lo condenaron como autor mediato del “ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque”.

 

En mi opinión, la historia de esos años de lucha antiterrorista no es justa con sus protagonistas. Si tanto abogamos por la imprescriptibilidad de los delitos, ¿por qué los terroristas salen de prisión? ¿Por qué Ollanta Humala no tiene orden de captura aún? ¿Por qué no se reabren los casos de terroristas liberados? Los elementos esenciales de la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad son el derecho a la verdad, el ius cogens, la garantía de la no repetición y la reparación. Y es justo éste último el que resulta una burla al dolor peruano. ¿Cuántas víctimas han sido reparadas por los terroristas?.


 

Elizabeth Zea Marquina


 

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12 de mayo del 2017

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