María Cecilia Villegas

“Igualdad de oportunidades y liberalismo”

“Igualdad de oportunidades y liberalismo”
María Cecilia Villegas
05 de febrero del 2015

Artículo de John Micklethwait abre debate sobre el rol y el alcance del estado. 

La igualdad de oportunidades es la base de las políticas públicas orientadas a que todas las personas tengan las mismas oportunidades de acceso a educación, servicios de salud, nutrición, derechos de propiedad, crédito  y justicia, sin importar su nivel socioeconómico, su lugar de origen, sexo, raza o lugar de residencia. La igualdad de oportunidades busca emparejar la cancha para que todos podamos competir en mínimas condiciones de igualdad. Ella es crucial para que exista movilidad social. 

El Perú es uno de los países más desiguales del mundo, 1.6 millones de niños son pobres multidimensionales. De ellos, 768,205 menores de 5 años no tienen acceso a centros de educación inicial ni guardería, limitando su desarrollo temprano. 571,409 de menores de 6 a 17 años de la Sierra y Selva no van al colegio. En el Perú sólo 77% de los adolescentes asiste al colegio. En las zonas rurales el 67%. Mientras que en Huánuco y Cajamarca es 62% y en Loreto sólo 58%. En el 2012, 458,136 niños dejaron de asistir al colegio, en el 33% de los casos por razones económicas, limitando considerablemente sus posibilidades de escapar de la pobreza. Esta es la verdadera pobreza. ¿O acaso porque una familia logra ingresos equivalentes a US$2 al día por cada uno de sus miembros, deja de ser pobre? 

John Micklethwait, editor de The Economist, la revista de mayor raigambre liberal del mundo, se retiró esta semana. Como despedida nos dejó una nota que debe haberle sacado urticaria a nuestros liberales peruanos. Tanto así que hasta ahora nadie la ha comentado. Micklethwait confirma que el liberalismo enfrenta la necesidad de proponer un nuevo rol y alcance del Estado. 

Así como en su momento Hayek, Friedman y otros académicos liberales explicaron el peligro de estados omnipresentes que podrían llevar al mundo al totalitarismo, hoy en día el reto del liberalismo es proponer un Estado capaz de cerrar las brechas del mercado, manteniendo los incentivos para que haya competencia y el "creative destruction" que empieza con los emprendedores. 

El liberalismo de hoy, basado en la doctrina clásica debe proponer un Estado efectivo y eficiente, que garantice igualdad de oportunidades, que complemente el mercado donde no funciona, y que no deje que, con el pretexto de la libertad, unos pocos se apropien del Estado, capturando rentas para beneficiarse. 

Nuestros liberales no han logrado entender que el liberalismo debe, como toda propuesta doctrinaria, ser adaptado a los cambios globales y a la realidad del país. No es posible implementar políticas liberales que pueden funcionar en sociedades homogéneas como Austria, en sociedades tan heterogéneas donde prima la desigualdad y la inequidad. Y es aquí donde el Estado tiene que intervenir para lograr reducir la inequidad y que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de prosperar en base a su esfuerzo y capacidades personales. Así, el Estado debe buscar que un niño que estudia en un colegio público de Juli pueda tener una educación lo suficientemente aceptable según estándares para poder competir con las mismas posibilidades que tiene un niño que estudió en el Markham. 

Les dejo uno de los párrafos de Micklethwait: “Este es el debate formándose alrededor del liberalismo, y un dilema: pues aunque este diario quiere que el papel del gobierno sea limitado, algunos de los remedios para resolver la desigualdad pasan porque el estado haga más, no menos. La educación temprana es un ejemplo.” 

Por Ana Luisa Guerrero 

05 - Feb - 2015  

María Cecilia Villegas
05 de febrero del 2015

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