Daniel Córdova

Ideología de género e ideología sobre género

Ideología de género e ideología sobre género
Daniel Córdova
17 de agosto del 2016

Crítica a conservadores católicos y feministas socialistas

A raíz de la multitudinaria marcha #niunamenos, en rechazo de la violencia contra la mujer, la toma de conciencia sobre este fenómeno, tantos siglos oculto en nuestra sociedad, está pasando por un punto de inflexión. A los pocos días, dos casos de agresión física a mujeres, en Tumbes y Piura, que antes hubiesen quedado ocultos, salieron a la luz. Y, como consecuencia, las autoridades empezaron a actuar, por fin, en gran parte gracias a la presión popular.

No obstante, han surgido voces discordantes, determinadas por ideologías conservadoras que, paradójicamente, han descalificado a la marcha utilizando el término “ideología de género”. Y, por otro lado, se ha puesto en evidencia que cierta izquierda, en algunos casos, como el de las mujeres venezolanas vejadas físicamente por el régimen, permite que la ideología aplaste la solidaridad feminista, convirtiéndola en una cruel indiferencia.

El argumento conservador pretendió vincular la marcha en contra de la discriminación de la mujer con la defensa del derecho del aborto, el hedonismo y … la seducción (ver artículo de Alberto González en el portal La Abeja). Obviamente, estar a favor o en contra del aborto terapéutico no tiene nada que ver con manifestar rechazo hacia la indulgencia del Poder Judicial y de la Policía frente a la violencia contra la mujer. Ser más o menos permisivo frente al hedonismo o la seducción es propio de la filosofía de cada quien, de la moral individual y de la libertad personal, que nada tienen que ver con el rechazo público del acoso sexual, las violaciones y las golpizas.

El segundo argumento conservador está relacionado con reflexiones similares a los que se esgrimen contra el matrimonio gay: que la mujer y el hombre son distintos por naturaleza, y que la familia no puede ser constituida por dos personas del mismo sexo. De ahí que, según ellos, “imponer” una “ideología de género” sea ir contra la naturaleza humana, contra la obra de Dios. Una vez más: ¿Qué tiene que ver estar a favor o no de la libertad sexual de cada quién con el rechazo a que un indeseable le saque el alma o asesine a una mujer, y que el Poder Judicial lo ponga en libertad?

Finalmente, sostienen los conservadores que la violencia y la discriminación no es solo contra la mujer. Lo es también contra los niños (la pedofilia eclesiástica, supongo, está incluida), los discapacitados y así. Esto es meridianamente cierto. Y hay que luchar para que la sociedad sea más civilizada cada vez y elimine la discriminación y la violencia contra las minorías, incluidas las empleadas del hogar. Pero: ¿Salir a manifestar en contra de la violencia contra la mujer implica no rechazar la violencia contra los niños o la discriminación de los discapacitados? De ninguna manera. Más bien habría que pedirle a la Iglesia que organice una marcha en rechazo de la violencia sexual contra los niños. Cuestión de coherencia, digo no más.

Dicho esto, el descalificativo “ideología de género” no debe hacernos olvidar que algunos ponen sin inmutarse su ideología sobre sus convicciones de género. Diana Seminario (quien probablemente no esté muy de acuerdo con lo anterior) lo ha hecho notar en El Comercio. Queremos pues escuchar a las lideresas del Frente Amplio manifestarse sobre la brutal golpiza de la que fue víctima la líder de la oposición venezolana María Corina Machado, por representantes del régimen de Maduro; o por la forma en que es vejada al visitar a su marido Lilian Tintori, esposa del preso político más conocido de Venezuela, Leopoldo López. ¿O van a pasar por agua tibia esa violencia contra la mujer en nombre del socialismo, como pasan por agua tibia a los presos políticos, a los embates contra la prensa y a todo aquel remedo de la dictadura castrista que golpea a las damas de blanco? Digo no más.

 

Daniel Córdova

 

Daniel Córdova
17 de agosto del 2016

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