Juan Carlos Valdivia

¿Humor inglés? ¡No lo vean!

¿Humor inglés? ¡No lo vean!
Juan Carlos Valdivia
30 de agosto del 2016

El presidente no logra sintonizar con el humor peruano

El presidente ha reconocido que culturalmente su humor responde a su formación en Inglaterra, y que por eso muchos peruanos no lo comprenden. El humor inglés, caracterizado por una fina ironía, no es necesariamente el responsable de algunos de sus problemas. Lo puede ser en la mención de la consulta al cardenal cuando se habla de la “píldora del día siguiente”, pero no cuando afirmó que quería “jalarse” congresistas del fujimorismo. Tampoco ha sido una ironía decir en la mañana que no necesitaba que el Congreso aprobara cualquier reforma al IGV, y que en la noche tuviera que reconocer que sí era una facultad del Congreso. Tampoco no lo fue en su momento pedir una marcha hacia el Congreso que lo presione para presionarlo que dé una ley para el Complejo Metalúrgico de La Oroya.

Quizás sea tomado como humor inglés la invitación al ex ministro de Economía Alonso Segura, a quien en público y en privado los ministros de este Gobierno señalan como el responsable de una situación económica de difícil manejo en el próximo año. Quizás Alfredo Thorne, quien también se ha educado en Inglaterra, haya entendido la fina ironía de ver a quien se señalaba como un obediente dependiente de la esposa del ex presidente Ollanta Humala entrando a desayunar con el presidente Kuczynski.

Es claro que el personaje creado por el presidente Kuczynski, que usa su carcajada como final de todo comentario, con lo que busca esquivar las repreguntas de los reporteros, y el uso de su condición de persona mayor han generado la imagen del abuelo que tiene libertad de decir cualquier cosa, o del pater familias al que se le tolera cualquier impertinencia.

Y según las encuestas, el personaje ha calado en la opinión pública. Pero no hay que equivocarse. Al presidente se le ha elegido para tomar decisiones, y él está en el periodo de gracia en el cual aún no se le exigen resultados. Su principal decisión ha sido nombrar el nuevo gabinete, y esto ha contado con la aprobación ciudadana. Sin embargo, al contrario de lo que se suponía que sucedería, los ministros no están tomando decisiones, sino poniéndose en contacto con la realidad que han encontrado. Tan pocas decisiones han tomado los ministros que muchos viceministros de la administración Humala se han quedado trabajando, como una muestra de la falta de equipos con la que Peruanos por el Kambio ha llegado al gobierno.

El humor peruano, tan directo y con tan pocos códigos, es también muy mordaz, muy malintencionado, al punto de volverse destructivo. Es políticamente incorrecto, se burla de las personas y de sus defectos. Es en ello diferente al humor inglés. Y con lo que está teniendo problemas el Gobierno es con una serie de declaraciones poco cuidadosas, cuyas repercusiones no fueron advertidas previamente. Le ha pasado al presidente, al ministro de Economía y al ministro del Interior. Se requiere más seriedad al declarar, conocer las materias sobre las que se habla; y en el caso de denuncias, poder probarlas.

Por ser las primeras semanas, la ciudadanía le está dando una licencia al Gobierno. Pero no hay que esperar que comiencen los problemas y que la ciudadanía decida decirles: ¡No los vean!

 

Juan Carlos Valdivia

 
Juan Carlos Valdivia
30 de agosto del 2016

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