Franco Germaná Inga

Humor diplomático

Humor diplomático
Franco Germaná Inga
07 de marzo del 2017

Tensiones internacionales causadas por una broma de mal gusto de PPK.

“Cobarde y perrillo del imperio” es el nuevo apodo que Delcy Rodríguez, la canciller venezolana, le ha puesto a Pedro Pablo Kuczynski, presidente de todos los peruanos. Siempre he tenido un gran concepto de los diplomáticos, considerándolos destacados profesionales que predican la ponderación como máxima de vida. Sin embargo, luego de escuchar las declaraciones de la canciller venezolana, y sobretodo lo que la motivó a darlas, me doy cuenta de que hay excepciones a la regla.

¿Cómo esta situación se salió de control? Todo empezó cuando PPK fue a la Universidad de Princeton (Estados Unidos) para recibir una condecoración y, luego de dar su discurso de aceptación, un asistente le preguntó “¿Cómo ve las relaciones de Estados Unidos con América Latina? ¿Usted cree que va a cambiar algo respecto de los últimos ocho años del gobierno de Obama?”. No soy diplomático ni mucho menos presidente de la República, pero se me cruzan por la cabeza mil maneras diferentes de abordar la pregunta: “Las relaciones seguirán igual porque…”, “las relaciones mejorarán porque…”, “las relaciones empeorarán porque…”, entre otras. Ciertamente, una de ellas no es la que PPK, hablando en perfecto inglés, utilizó:

Estados Unidos se enfoca en aquellas áreas donde hay problemas, como el Medio Oriente. No invierte mucho tiempo en América Latina, pues es como un perro simpático que está durmiendo en la alfombrita y no genera ningún problema. Sin embargo, el caso de Venezuela es un gran problema. Hemos tenido una reunión de líderes latinoamericanos hace poco con el rey de España en Cartagena, y yo le dije a la ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela, a la señora Delcy, que su gobierno era insostenible, que tenía que dar un paso al costado. Y obviamente ella no lo recibió muy bien….

Wait! What? PPK, un consejo de un conejo: nunca jamás de los jamases compares a un continente y su pueblo con un perro. No hay excusas, metiste la pata, punto final. No solo la respuesta de nuestro mandatario no fue diplomática, sino que luego de referirse a América Latina como un perro simpático que no causa problemas, hizo un contraste y puso como ejemplo de ello a Venezuela, dando a entender que ellos sí los generan.

Deseo ser claro. A mí me parece adecuado que el Perú asuma una postura oficial de condena al debilitamiento democrático y violación de Derechos Humanos que Maduro ha propiciado en su país; sin embargo, estoy en contra de que utilicemos la tosquedad y el chiste de mal gusto para hacerlo. Nuestra diplomacia es mejor que eso. PPK debe entender que, según nuestra Constitución, él encarna a la Nación, no encarna a la afición. Su trabajo es tener resultados, no provocar risas.

Por otro lado, la respuesta venezolana también fue decepcionante. Inicialmente Maduro, más allá del tono de voz, tuvo unas declaraciones mesuradas instando a PPK a que se retracte por haber brindado “declaraciones ofensivas para el gentilicio, para el sentimiento latinoamericano y caribeño”. Sinceramente pensé que dada su impopularidad creciente en su país —por la falta de alimentos, medicinas básicas y hasta de papel higiénico— Maduro iba a explotar las declaraciones de nuestro presidente para distraer a su pueblo, acusando a PPK de agente encubierto de la CIA que pretende desestabilizar la revolución bolivariana o algún otro disparate. No obstante, él no hizo nada de esto. Debo reconocer que pensé que me había equivocado… hasta que Delcy Rodríguez abrió la boca tildando a PPK de “cobarde y perrillo del imperio”. Queda claro que Maduro no se quiso quemar y mandó a su canciller a hacer el trabajo sucio por él. Hasta eso es más inteligente que lo que hizo PPK.

Como moraleja, estoy convencido de que es positivo que el Perú quiera erigirse como una potencia regional y que tenga una postura clara sobre temas internacionales. Sin embargo, flaco favor nos hace nuestro presidente si en lugar de fortalecer a nuestra cancillería la ridiculiza con bromas de mal gusto. PPK tiene muchas virtudes, pero su humor ya lo ha metido en suficientes problemas aquí en casa como para que lo siga haciendo en el exterior.

 

Franco Germaná Inga.

@FrancoGermana

 
Franco Germaná Inga
07 de marzo del 2017

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