Jaime Chincha

Huaycos. ¿Y dónde está el Estado?

Huaycos. ¿Y dónde está el Estado?
Jaime Chincha
27 de marzo del 2015

Sobre la respuesta lenta y errática de las autoridades ante desastre natural.      

En estos días nos ha caído de todo. Lluvias, huaicos, vías y viviendas colapsadas, choques cuádruples, oleajes anómalos y repentinos, anuncios de un nuevo Niño, una censura ministerial en marcha, espionaje masivo desde la DINI y Dios sabe qué otras turbulencias más vendrán. En todas, por cierto, el Estado ha quedado relegado a paliar, con evidente retraso, cada situación sin ningún tipo de planificación sobre la mesa.

Días antes de todas estas desgracias, el gobierno andaba en lo suyo, de espaldas a la realidad; enfrentando una campaña sostenida en favor de la esposa del Presidente con recursos públicos. Fue entonces como si la naturaleza hubiese cancelado, hasta nuevo aviso y de un sopapo, los planes palaciegos de levantar la imagen de la pareja y, así, adelantar una campaña que aún tiene para largo.

Con los huaicos, la cosa ha sido calamitosa. La tragedia sorprendió al Alcalde en España, al Presidente atribulado con las denuncias de espionaje a políticos, empresarios y periodistas, y a la Premier también atribulada con una censura. Ninguna autoridad reaccionó ante las lluvias intensas del fin de semana previo al lunes 23; cuando de pronto un lodazal de muerte asoló el este de Lima. Los más veteranos chosicanos advirtieron que esa lluvia traería calamidades. Sin embargo, ese día el Presidente prefería tapar sus escándalos con la inteligencia que maneja, machacando extemporáneamente el espionaje chileno.

El Presidente quedó así fuera de órbita y sin reflejos, mientras Chosica, Ricardo Palma y Santa Eulalia se hundían en los huaicos. En las horas siguientes, noticias igualmente dramáticas llegaban desde Pichanaki, Ancash, Yauyos, Yurimaguas y Piura. Forzado por las circunstancias, el señor Humala visitó Chosica y ahí se convenció de la declaratoria de emergencia. Los periodistas entonces nos fuimos más arriba, a Santa Eulalia, y comprobamos que no había Estado. Nuevamente ante las trágicas evidencias, el Presidente se fue a esa zona y volvió a convencerse de la declaratoria de emergencia.

Todo parece funcionar en un círculo vicioso muy próximo al desgobierno: desgracia, prensa, reacción; no hay prevención, no hay un protocolo de emergencias. Lo único bueno que ha deslizado el Presidente es el tan postergado asunto de la reubicación de miles que viven expuestos a estos huaycos. Algo nada sencillo pues mucha gente se asentó en los cerros y en las quebradas cuando aquí gobernaba un personaje nefasto que el señor Humala admira sin chistar: Juan Velasco.

Los embates de la naturaleza han vuelto a poner en evidencia lo mal que funciona el Estado, y principalmente quien lo jefatura. Y como estos desastres los compartimos con Chile, hemos podido ver la reacción mucho más planificada de Bachelet y su Estado. Todo el norte chileno sufre casi las mismas desgracias que nosotros. Pero allá existe la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (ONEMI), que funciona como un todo; la lidera la Presidenta y quienes la secundan asisten a los damnificados a la velocidad del rayo. Y ya que el señor Humala ha colocado el espionaje chileno como un tema gravitante en la agenda nacional, incluso refiriéndose al tema cuando aquí caía el huayco en Chosica, la recomendación se cae de madura: que comande a la inteligencia que depende de él a auscultar a la ONEMI y que, por el bien del Estado que gobernará hasta el 2016, eche a andar un organismo muy similar a aquel, capaz de responder con prontitud ante la adversidad de miles de peruanos que no encuentran respuesta en quienes ha puesto para gobernar.

Que el señor Humala se olvide por ahora de su campaña financiada con recursos públicos, y se preocupe de un presente que, con El Niño en camino, necesita un plan inteligente para responder ante las adversidades que se nos vienen. Haciendo las sumas y las restas, es hora que el Presidente entienda que debe gobernar para hoy y no para el 2016.

Por Jaime Chincha R.

27 - Mar - 2015  
Jaime Chincha
27 de marzo del 2015

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