Diethell Columbus

Hecha la ley, hecha la trampa

Sobre la urgencia de una reforma electoral

Hecha la ley, hecha la trampa
Diethell Columbus
28 de febrero del 2017

Sobre la urgencia de una reforma electoral

Las razones para impulsar y trabajar la necesaria y urgente reforma político electoral no solo deben sustentarse en criterios legales. El porqué de este proceso no necesariamente tiene que explicarse con un código en la mano, un libro de derecho o citando las opiniones de juristas o catedráticos universitarios. No está mal querer explicar desde la perspectiva de tu profesión; empero, innovar o buscar enfoques diferentes puede ayudarte a que la ciudadanía entienda a cabalidad por qué es necesario tener nuevas y mejores reglas electorales y de organizaciones políticas.

Bajo la premisa descrita, invité a un par de profesionales (ninguno abogado) para que conversemos un poco sobre la necesidad de los cambios que se vienen discutiendo. Por ejemplo, una estudiosa social argumentó lo siguiente:

Hay muchas cosas que no se entienden del sistema normativo y cómo estas normas extrañas han complicado la elección del 2016. Por ejemplo, si analizamos el caso de Cajamarca y su representación parlamentaria, resulta ilógico que si Democracia Directa fue de lejos la agrupación con mayor votación, no haya podido obtener ni un solo escaño. ¿Cómo es posible que si el candidato Rimarachín obtuvo más de 23,000 votos no sea congresista y Arana (del Frente Amplio) que solo obtuvo 8,000 votos sí lo sea?

Procuré explicarle que ello era debido a una cuestión legal que se llama valla o umbral electoral, y que si no cumples con superar esta barrera legal no puedes tener representación. Recibí la siguiente réplica a mi explicación).

¿Acaso la democracia representativa no implica que el pueblo es representado por quienes eligió de forma mayoritaria? Si Cajamarca votó para que la gente de Goyo Santos los represente en el Congreso ¿Cómo así con una ley puede torcer esa voluntad popular? Ustedes los abogados hacen leyes para ser leídas y entendidas solo por sus coleguitas ¿Y los demás qué?

Después le tocó intervenir a un matemático.

He leído los reportes de la ONPE de la última elección, y algunos comentarios tuyos y de otros opinólogos, y mi conclusión es que somos una democracia de papel. En todo caso, nos falta mucho para ser una democracia fuerte e institucionalizada. Recuerdo las críticas que se hacían contra los “naranjitas”, referidas a que no era posible que con solo el 36% de los votos válidos o el 19% del padrón electoral hayan logrado 73 curules. La crítica es válida. Eso es producto de las leyes de los abogados y no de la voluntad popular. Los de la izquierda son los que más criticaban esta situación; sin embargo, ellos están igual o peor que el fujimorismo, pues solo obtuvieron el 7% de 23 millones de electores y tienen 20 representantes. No entiendo cómo es que los pepekausas tuvieron más votos que la izquierda y sacaron dos congresistas menos. Esas normas deben cambiarse, solo ustedes las entienden.

Mi amigo matemático remató así la conversación:

¿Diethell, cual es el porcentaje permitido para invitados o no militantes en la última elección parlamentaria? [(Para esta última elección, la Ley de Organizaciones Políticas establecía que solo pueden ser invitados o designados hasta un 20% del total de postulantes]. Es decir, 26 invitados sería la quinta parte de 130 ¿no? ¿Doc, leíste el informe “Quién es quién quién” que publicó Transparencia? [Sí] ¿Entonces me puedes explicar cómo las autoridades electorales han permitido que varias listas que se postularon al Congreso hayan tenido invitados o designados muy por encima del tope legal? ¿Eso es posible? Los números no cuadran. A lo mejor tienes alguna ley electoral que pueda explicar este sinsentido.

 

Queda más que claro que necesitamos seguir impulsando este proceso de reforma. La sociedad civil deberá estar vigilante de lo que se quiere hacer, pues a veces lo que se pretende aprobar no obedece a las necesidades del pueblo, sino a la de sus representantes. Y eso debe cambiar sí o sí.

 

P.D. Respecto al acertijo del matemático, debo señalar que la ley es clara y los números no mienten. No hay respuesta lógica y creíble que pretenda explicar la situación descrita. Una razón más para seguir con la reforma.


Diethell Columbus

Diethell Columbus
28 de febrero del 2017

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