Daniel Brousek

¿Hay voluntad política de luchar contra el narcotráfico?

La destacable labor de Marilú de Cossío y Mundo Libre

¿Hay voluntad política de luchar contra el narcotráfico?
Daniel Brousek
09 de marzo del 2018

 

El narcotráfico no es cualquier amenaza. Es la principal amenaza contra la sociedad y el Estado peruano. El narcotráfico lava activos en el Perú por una suma superior a los US$ 3,000 millones anuales. Lo que se incauta es mínimo en relación con lo que se produce. Durante su campaña a la presidencia, uno de los principales compromisos del entonces candidato Pedro Pablo Kuczynski fue la lucha contra el narcotráfico. A estas alturas vemos un país en el que los agricultores de papas protestan, los jóvenes universitarios queman llantas, los "avengers" acrecientan su protagonismo circense, la izquierda provacancia presidencial pide en las calles lo que ellos mismos no hicieron con su voto congresal, con unos fiscales sin los suficientes pantalones ante el tema "Barata" y un periodismo parcializado. ¿Es posible realmente que el presidente se aboque a una real política de lucha contra las drogas, o solo fue un tema que utilizó en la campaña para desprestigiar a su oponente Keiko Fujimori?.

Sabemos que el punto más débil de la sociedad peruana es la familia. En un tercio de los hogares la madre es padre-madre. Y dadas las carencias afectivas propias de los hogares disfuncionales, los delincuentes aprovechan este escenario acercándose a los menores de edad para la venta de drogas, con una clara estrategia de penetrar en las escuelas y en los barrios pobres para ganar consumidores.

Alrededor de 70,000 personas al año se inician 4n el consumo de marihuana en el Perú, según la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas. Asimismo, el último informe del 2017 del Ministerio de Salud alertó que el consumo de drogas entre los jóvenes de 19 a 24 años aumentó del 2010 al 2015. “El problema crece cada día más”, me decía con preocupación Marilú de Cossío, quien está comprometida en esto desde que fundó y preside Mundo Libre, la única comunidad terapéutica formal de niños en estado de calle en el Perú.

Son más de 30 años abocada a la rehabilitación de los chicos de la calle. Tuve la oportunidad de visitar Mundo Libre y, en efecto, posee un amplio espacio —casi paradisiaco— y con las instalaciones ad hoc, además de la presencia de profesionales para brindar a los internos un tratamiento holístico y recuperarlos a nivel espiritual, psiquiátrico y psicológico. Mundo Libre es una institución premiada y reconocida por la ONU, con unas envidiables instalaciones en la cálida Cieneguilla campestre, con la capacidad de hospedar, rehabilitar y educar a sesenta niños y setenta niñas. Además, por el área que posee, tiene capacidad de crecer mucho más; pero no cuenta con el apoyo del Estado para solventar esta metodología que ya se aplica y que realmente ha conseguido resultados en el 89% de los internos. "Yo a esto me doy con mil amores, es el motivo de mi vida; pero el Estado no nos apoya ni con un vaso de agua", me comentaba.

Parece increíble que el INABIF y el Ministerio de la Mujer envíen a este lugar a varios chicos víctimas de la prostitución y el consumo de drogas, pero que no haya algún tipo de convenio ni fondo de solidaridad. Son 30 años que el Estado se olvida de promover y apoyar económicamente a Mundo Libre; sin embargo, lo tiene bien presente a la hora de enviarle a los jóvenes y niños que son víctimas del narcotráfico. La gran mayoría de los internos se rehabilitan. "Hoy son administradores de empresas, abogados, mecánicos y técnicos, entre otros. Es cierto que no todos se salvan, pero todos los esfuerzos valen la pena”, me decía Marilú mientras paseaba conmigo y me mostraba a los jóvenes rehabilitándose a través del trabajo artesanal y los diferentes talleres.

Siempre que hay ineficiencia en el aparato estatal, o algún problema en algún sector de la economía, o algo que resulte alarmante y llamativo, las portadas, columnas y espacios en el mundo de la prensa están a la orden. Pero esta vez quería que la noticia fuese algo positivo. No solo lo malo es noticia. Hoy hay que subrayar la gran labor de esta peruana que tiene un reconocido trabajo a favor de los niños de la calle afectados por la farmacodependencia, y que le ha valido el reconocimiento de la Organización de la Naciones Unidas, de la Organización de Estados Americanos y de otras instituciones internacionales.

"El Estado, teniendo yo todo lo que tengo, no nos apoya. Y todo el tiempo nos sigue mandando niños. Ayer, por ejemplo, me envió a una niña de catorce años que hace cinco años estaba en la calle consumiendo y prostituyéndose. Se me partió el alma verla. Obviamente no la pude rechazar. Pero ¿qué hago? Nadie nos financia ni apoya. ¡Es triste! Porque incluso estoy al extremo de considerar cerrar Mundo Libre. De acuerdo a la Constitución, el Estado, a través del Ministerio de la Mujer, debería de velar por estos jóvenes".

Ser Gobierno no es solo dar leyes y cuidar los tesoros públicos, sino sobre todo saber gestionar. No es solo responder con mensajes a la nación ante los temas que impone la agenda de la prensa o los cuestionamientos de la oposición; ni tampoco instalar las mesas de claudicación —perdón, de negociación— y diálogo cuando los grupos salen a marchar cada mes, o preocuparse de la indemnización para los familiares de los terroristas o por el convenio por los desechos —perdón, derechos— humanos. Tampoco es presenciar la inauguración de las obras de los diferentes sectores. Ser presidente es también tomar al toro por las astas, imponer autoridad y orden, generar confianza y alentar con medidas concretas y prontas las buenas iniciativas como esta.

 

Daniel Brousek
09 de marzo del 2018

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