Juan Carlos Valdivia

Hay que rescatar Tía María

Hay que rescatar Tía María
Juan Carlos Valdivia
13 de abril del 2015

Sobre campaña antiminería que busca frustrar inversiones en recursos naturales.     

Cuando uno ve lo que viene sucediendo en Tía María no puede sino tener como referencia lo que ha sucedido en Cajamarca. En esta región se han detenido dos proyectos –Quilish y Conga- porque supuestamente afectarían el flujo natural del agua para el agro. En el caso de Quilish se dijo que el cerro era una esponja de agua y el orígen de fuentes acuíferas que proveen de ese líquido a la ciudad y al campo. En el caso de Conga, se repite que está ubicada en cabecera de cuenca, lo que afectaría al agro.

Como es conocido, en Tía María se planteó inicialmente el uso de agua del subsuelo y también construir represas para poder usar las aguas del río Tambo que se pierden en el mar. Finalmente se ha optado por la desalinización, sin tocar las fuentes de agua de uso agrícola.

Luego de destruir el futuro de Cajamarca, los operadores políticos que han impedido el desarrollo de nuevos proyectos mineros en esa región se han trasladado a Islay. Y como en Cajamarca, no han hallado resistencia en los partidos políticos, sino hasta que están cerca de lograr sus objetivos.

Quizá lo que los arequipeños deban preguntarse es ¿cuál es la alternativa que le han dado estos grupos políticos a Cajamarca? Estos sectores, con el discurso antiminero, se hicieron elegir en el gobierno regional, donde no plantearon una política de promoción del agro, ni revolucionaron la educación, ni resolvieron los problemas de salud pública. Lo que hicieron fue asaltar el presupuesto público para beneficio personal y para financiar la acción política de sus partidos.

Hoy vemos a los mismos operadores políticos presentes en Islay. Desde la dirigencia de Tierra y Libertad, hasta el congresista Rimarachin o el abogado Isaac Humala. Y si bien el gobierno ha reaccionado, aún están ausentes los políticos locales. La joven gobernadora regional es una comentadora de sucesos y no una líder que exprese claramente una posición. Y salvo Juan Carlos Eguren, no se escucha la voz de los parlamentarios arequipeños, como por ejemplo la de Ana Maria Solorzano.

El problema real, como lo reclaman diversos gremios arequipeños, es que Arequipa es una región por la que se está apostando con inversiones importantes, y el devenir de Tía María puede afectar el desarrollo de los otros proyectos. Majes-Siguas II, el Gasoducto del Sur, el Nodo Energético y el Polo Petroquímico pueden verse afectados si los grupos antimineros tienen éxito en truncar Tía María.

Ante la ausencia del gobierno nacional y de los partidos políticos, la izquierda que se opone a la minería ha logrado posicionarse en Arequipa. Los políticos y funcionarios públicos han dejado el trabajo político bajo responsabilidad del inversionista. Y esto es algo que ya lo hemos visto. Tampoco defienden el imperio de la ley, que es lo que caracteriza a una sociedad civilizada.

Con una campaña electoral adelantada, con autoridades regionales que no se compran el pleito, con partidos políticos ausentes y un gobierno nacional que reacciona tarde y sin aprender la lección, hay que rescatar Tía María del secuestro en que lo tiene la izquierda. No puede ser una batalla más que pierda  el país.

Por Juan Carlos Valdivia
13 - Abr - 2015  

Juan Carlos Valdivia
13 de abril del 2015

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