Hablemos de minería

Genera casi el 60% de las divisas que ingresan al país

Acerca de la minería existe mucha desinformación generada intencionalmente para impactar negativamente en la opinión pública. Existe, por supuesto, “mala leche” por parte de algunas organizaciones políticas e inclusive de algunos adláteres que hacen uso inapropiado de la denominación de “No Gubernamentales”, que salvo denunciar, magnificar y hasta distorsionar la realidad no presentan una propuesta razonable que conduzca al desarrollo. Su opción es el negacionismo frente a la minería.

Pero, ¿se debe ser negacionista ante la principal potencial de largo plazo con que cuenta el país para financiar su desarrollo? Ciertamente es una actitud absurda que lo único que propicia es postergar indefinidamente el bienestar de millones de peruanos, dejándolos en condiciones de pobreza y extrema pobreza, arrastrándolos hacia la informalidad y, en el extremo, hacia la delincuencia, como consecuencia del desempleo.

La minería aprovecha recursos minerales que se encuentran en el subsuelo, los procesa, los transforma, los comercializa y genera riqueza. Esa riqueza es una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas, tanto del país productor como de aquellos países que, careciendo de potencial geológico, adquieren concentrados o metales.

Existe información relevante que todos debemos conocer, como que la minería solo registra actividad en 1.28% del territorio nacional. De ese porcentaje, en explotación está el 0.98% y en exploración el 0.30%. En cambio, genera como beneficios casi el 60% de las divisas que ingresan al país, las que nos permiten adquirir todos aquellos productos que no se producen en el Perú.

¿Sabías que una concesión minera no implica necesariamente que en toda esa área se va a realizar actividad minera? Cuando la antiminería señala que el 12.8% del territorio está concesionado a la minería, oculta intencionalmente que una concesión da derecho a realizar exploración para investigar si en dicha área existen recursos geológicos relevantes; y de hallarlos le da derecho a explotación o comercialización del yacimiento, tal como sucede en muchos países del mundo.

¿Sabías que del agua disponible en el país, todas las actividades económicas —incluido el consumo humano— representan menos del 1% del total del recurso hídrico?, ¿Sabías que la minería emplea una centésima de dicho 1%? Es decir, el 0.01% del total de agua con que cuenta el Perú.

Otros temas relevantes son el Canon Minero y la Regalía Minera. Recientemente alguien me escribió indicando que su provincia era “eminentemente agrícola y ganadera, y que no recibía ningún beneficio de la minería”. Se refería a la provincia de Palpa en Ica. Este es otro caso de desinformación.

Toda región minera, en este caso Ica, recibe los siguientes beneficios: 10% el municipio o municipios donde se exploten los recursos minerales, 25% todos los municipios de la provincia donde se exploten los recursos naturales, incluido el o los municipios productores, y 40% los municipios del departamento o región donde se exploten los recursos naturales. Es decir, todos los municipios se benefician por el desarrollo de una operación minera siempre que haya generado utilidades. El gobierno regional recibe 25%, y se queda con veinte puntos porcentuales, pues las universidades nacionales de la región reciben el otro 5%, que debe ser destinado a investigación.

Así que confiemos en la minería y no prestemos oídos a las “aves de mal agüero”.

Guillermo Vidalón del Pino