Grande Messi

Como el crack argentino valora más el espíritu de equipo que su ambición personal.

Soy un ferviente admirador del deporte, nací en una familia deportista. Los valores inculcados a través del deporte me permitieron superar un gravísimo traspié profesional lo mismo que las derrotas en mi carrera deportiva. No concibo un deportista esforzado, disciplinado, ambicioso, sufrido y solidario que en su vida profesional sea indisciplinado, flojo, conformista y engreído. No pues, somos uno solo ya sea en el esfuerzo sobrehumano para llegar a la meta o en nuestros propósitos de triunfar en nuestra vida profesional.

Como muchos peruanos sigo el fútbol español. Dejé de ser hincha de los equipos peruanos para volverme admirador del buen fútbol europeo. Cuando empezó el año, Cristiano Ronaldo encabezaba la tabla de goleadores con una ventaja de trece goles sobre Messi, distancia que se fue acortando durante el verano hasta que la semana pasada en el partido contra Córdova, Messi empata con su primer gol a Cristiano y luego lo supera con su segundo tanto.

Sin embargo en este partido sucede algo que pinta a Leonel Messi en toda su dimensión. Cuando cobran un penal a favor del Barcelona, Messi (encargado de patearlo) le cede a su compañero Neymar la ejecución del mismo. A falta de cuatro fechas para que termine el campeonato español y teniendo la oportunidad de sumar un gol mas en su disputa de ser el máximo goleador, Messi prefiere compartir la alegría con su compañero y que sea éste el que anote el tanto.

Un par de horas mas tarde Cristiano marca tres goles en el partido que Real Madrid gana y vuelve a superar por un gol a Messi. No me imagino a Ronaldo cediendo su oportunidad a nadie para quitarle a él la posibilidad de ser el goleador del año. Messi valora más el espíritu de equipo a su ambición personal. Al soberbio  Cristiano lo debe de haber confundido la actitud de su archirival. Con su generosidad Messi le ha quitado importancia al premio individual, revaluando el trabajo en equipo, la solidaridad y la amistad.

Cuánto más lustre tiene la humildad sobre la soberbia, el trabajo silencioso a la algarabía, el trabajo en equipo al figuretismo. Messi no solo nos asombra dibujando la cancha con sus pases milimétricos, con su visión de juego, con su aparente apatía que esconde concentración y oportunidad, sino sobre todo por su humanidad y su perfil bajo. No estamos solamente ante un gran jugador, sino ante un hombre ejemplar. ¡Grande Messi!

Por Guillermo de Vivanco Roca Rey
07 - May - 2015