Manuel Gago

Fugitivo y acorralado

Fugitivo y acorralado
Manuel Gago
13 de febrero del 2017

Un mitómano que construyó alrededor una imagen falsa

A juicio de las autoridades norteamericanas la orden de captura de Alejandro Toledo “es insuficiente”, ha dicho el ministro del Interior, Carlos Basombrío. “Yo no me corro. No me refugio en el Japón o París. Yo no me refugio, yo doy la cara” escribió en marzo del 2015 en su cuenta de Facebook. De esas palabras solo queda la cara cínica de un estafador que se dedicó a la política con la complacencia de un voto ciudadano que ni se entera ni se interesa seriamente de su porvenir, y de otro voto ciudadano que responde ciegamente a sus odios y a sus ansias de venganza.

Alejandro Toledo ha manejado bien su imagen en el exterior. El cuentazo de su origen humilde —de que fue lustrabotas y canillita, para inspirar simpatías y lástimas— lo creyó incluso la BBC, que recogiendo las palabras del analista Diego Moya-Ocampos, dice que “Toledo era un peruano que se veía como los peruanos; un economista brillante que se codeaba con premios Nobel de Economía, pero al mismo tiempo era de y se comunica con el pueblo". Y es todo lo contrario. Ya se sabe que es un mitómano, que construyó alrededor de él una imagen que no le corresponde, que ser cholo y pobre con aspiraciones han sido señas elaboradas para conmover a los ingenuos. Negar a su hija biológica lo desnuda completamente: de mala leche, así de simple, muy lejos de ser ese “cholo sano y sagrado” saliendo adelante con sus esfuerzos personales dentro de los linderos de la ley y de las buenas costumbres.

Los psicoanalistas dijeron de Toledo que “es de personalidad desestructurada”. Quienes lo trataron dicen que “cuando se habla con él da la sensación de que está mintiendo”, que “es como si se hablara con varias personalidades” y que “le cuesta tomar decisiones”. Claro, si muchísimos peruanos estando acá se creyeron el cuentazo del “sano y sagrado”, con mayor razón un analista internacional de la BBC estando allá.

Ese es el Toledo que habría maquinado pactos durante su mandato para sobrevivir en tiempos de adversidad y para librarse de ellos cuando la buena fortuna deje de acompañarlo. Su amigo Adam Pollak —quebrado económicamente antes del gobierno de Toledo y quien dijo no haber cobrado un centavo por asesorarlo— es de la empresa off shore Blue Bay Investment (creada por Alberto Químper, el del affaire de los “petroaudios”), que luego fue transferida a César Almeyda (hombre de confianza y abogado de Toledo contra su hija Zaraí). Blue Bay operaba en las mismas instalaciones de la Fundación Pacha, dirigida por la ex primera dama Eliane Karp. Pollak, el negociante, estuvo interesado en proveer material militar a Perú. Por intermedio de la compañía Energy Gas estuvo involucrado en la importación de 5,600 buses a gas para cubrir las rutas de Lima y Callao, que la Federación de Choferes pedía en esos días. Pollak, de empresario quebrado pasó a ser el negociante con ventajas estatales y operador de Toledo en los medios y entre otros negociantes como él.

Además de las coimas recibidas de Odebrecht, por intermedio de su otro amigo Josef Maiman, sabemos que Alejandro Toledo tendría otras fuentes de dinero para seguir viviendo a cuerpo de rey. Es el propósito de su vida, muy distante del cholito “de pueblo que se comunica con el pueblo”, que describió el analista de la BBC.

Por Manuel Gago
Manuel Gago
13 de febrero del 2017

NOTICIAS RELACIONADAS >

Hacer reingeniería política

Columnas

Hacer reingeniería política

Si se hace lo mismo siempre, no se debe esperar resultados distintos. ...

17 de abril
¡No al retorno de los profesores desaprobados!

Columnas

¡No al retorno de los profesores desaprobados!

La buena educación escolar es la base y la principal fuente de ...

10 de abril
Difícil sacar cara por Boluarte

Columnas

Difícil sacar cara por Boluarte

Claramente la opinión pública toma partido en favor de l...

03 de abril

COMENTARIOS