Freddie por un día: Lover of life, singer of songs

Los fans rinden tributo al cantante vistiendo sus clásicos atuendos

Cada 5 de septiembre el mundo se vuelve más vibrante, más glamuroso y más velludo, porque en esta fecha se recuerda el nacimiento de Freddie Mercury. Este año es especial pues la leyenda cumpliría 70 años. Celebraríamos hoy setenta años de su mística música, estética avant garde y técnica escénica hipnotizante, si el VIH no lo hubiera vencido el 24 de noviembre de 1991 en el barrio de Kensington.

Cuentan que Freddie, días antes de emitir el comunicado informando de su enfermedad, les dijo a los presentes que hagan lo que quieran con su música, pero que no la hagan aburrida. Y se cumplió su orden. En abril de 1992 se realizó el concierto tributo a Freddie Mercury para crear conciencia acerca de la enfermedad que le arrebató la vida. En este multitudinario concierto, lleno de emoción y exaltación de su vida, ante los reflectores artistas y bandas invitadas participaron cantando las letras del grupo Queen. Muy recordada es la actuación de David Bowie con Annie Lennox, cantando "Under pressure" así como las interpretaciones de George Michael, Elton John y la actuación final de Liza Minnelli, con el ya clásico "We are the champions".

Brian May y Roger Taylor (integrantes de Queen) junto con Jim Beach (manager de Queen), y Mary Austin, a quien Freddie llamaba el gran amor de su vida, destinaron los fondos recaudados en este concierto a la creación de la Fundación Mercury Phoenix, destinada a apoyar la lucha contra el VIH. Así fue que en el año 2010 una trabajadora de la Mercury Phoenix Trust, llamada Liz Swanton, decidió ir al trabajo vestida como Freddie para que sus colegas se vuelvan sus sponsors y donen dinero a la fundación.

Y con ello nació el "Freddie for a day", en el que los hardcore fans rinden tributo al cantante rockeando su bigote y sus clásicos atuendos, marca de la casa. Los fans se dan encuentro en los Hard Rock Café de la ciudad y se pavonean vistiendo la chaqueta amarilla que lució en el concierto de Wembley 1986, la camiseta de Flash con pantalones de cuero rojo, el ensemblé blanco (creado por la diseñadora Zandra Rhodes), o los leotardos de arlequín, en blanco y negro. Una fantasía visual para los cinco sentidos.

En Montreux (Suiza) donde la estatua de Freddie Mercury se encuentra vigilando el lago Léman, se da la fiesta anual en el Casino Barriere Montreux, donde actuará este año la banda tributo Queen Extravaganza y se intentará recrear la ilusión de la voz de Freddie. Los fans cerrarán los ojos, moverán las manos al son de la batería y utilizarán cada célula de su cerebro para imaginar que es él quién está presente; pero claro, esto nunca funciona. En Logan Place, la casa de Freddie en Kensington, los fans más sentidos irán a dejar flores, encender velas y dejar cartas en la rendija entre las pared y la placa de vidrio que las protegen. Hay muchas cartas, entre ellas la mía.

Verán ustedes, existe una canción que considero el himno de muchas personas que se han ido fuera de su país en busca de sus sueños: "Spread your wings". Esta canción tiene una fuerza y un efecto que todo intérprete solo puede soñar con conseguir. Fue escrita por John Deacon y relata la historia de Sammy, un joven que trabajaba en el Emerald Bar, un hombre que soñaba con otra vida mientras barría el suelo del recinto. La voz de Freddie le manda que no escuche a esa voz saboteadora que dice: "Es mejor que empieces a quitarte esas ideas locas de la cabeza. ¿Sammy quién te crees que eres? Deberías estar barriendo el suelo del Emerald Bar". Con la voz de tenor con la que cantaba, le ordenaba a Sammy que abra sus alas y vuele lejos, muy lejos. En los días grises y húmedos, cuando a la vida le falta un poco de sal, recomiendo poner los problemas a un lado, darle play al reproductor y volar.

Freddie Mercury, “el cantante de canciones y amante de la vida”, subió tanto el listón del rock y tocó tantas vidas que su legado es, año tras año, motivo de celebración. Cuando Freddie partió a disfrutar de su siguiente aventura, sus colegas y fans decidimos aplaudirlo por el concierto de vida que nos había dado. Hoy día brindemos por Mr. Mercury, el hombre que decidió no ser una estrella sino una leyenda. ¡Salud!

Rocío Valverde