Expectativa o prejuicio

Sobre la reacción de la izquierda a los nombramientos en el BCR

Ser oposición o ser minoría es más fácil que ser gobierno o mayoría, decía Luis Alberto Sánchez. Y tenía razón. Las decisiones del Ejecutivo o de la mayoría pasan por la sentencia irrefrenable de los más críticos; se espulga lo mínimo, desde las altas decisiones de Estado hasta los nombramientos. A veces la radicalidad y la rabia en el juicio (o prejuicio) esconden el deseo implícito de que las cosas vayan mal para pescar en río revuelto.

La izquierda se preocupa mucho más por el nombramiento (desde el Congreso) de Rafael Rey que por deslindar con la dictadura de Maduro. Puede discutirse la idoneidad de una designación que no se ajusta estrictamente al perfil, aunque con un reputado experto como Velarde el BCR no siempre la atinó. Por eso sirven más los juicios ex post que los prejuicios. Grave, eso sí, es abstenerse de una posición frente a la dictadura más grosera de América Latina, que,además de destruir las instituciones ha empobrecido a Venezuela. Si lo primero es anecdótico o expectante, lo segundo constituye un peligro, tomando en cuenta las opciones de Verónika Mendoza de alcanzar el poder. ¿Seguirá la ruta del chavismo?

Este régimen (Gobierno-Congreso) no la iba a ver fácil desde el saque. Iba a encontrar un Estado heredado, lastrado por la corrupción y los cogollos en las instituciones, sobredimensionado, cargado con un déficit que supera al 3%; y lo peor, en un clima adverso, de minerales en baja, de inversión en caída libre y de reversión de los indicadores sociales (¡y todavía piden grandes logros a los cien días!). Lo que puede parecer marginal, pero no lo es: también halló un clima cuestionador y progresivamente desestabilizador. La izquierda pretende ganar en las calles lo que no ganó en las urnas.

Insólito resulta que trajinen buscando firmas para invalidar los nuevos nombramientos. Desde una silla del BCR, Rey no va a dictaminar la política monetaria del país. Buen gesto sería que reunieran firmas o juntaran sus voces en el Congreso para repudiar a Maduro, o que juzgaran la situación heredada en Petroperú y las consecuencias de una política fracasada. cuyo mayor sello fue el gasto corriente excesivo ¿Qué opinan de la Refinería de Talara?

Si miramos al 2021 y las posibilidades de Mendoza, sí nos conciernen esos gestos y opiniones. Desde las calles se hace la política y las marchas aglutinan y crean corriente, que bien conducida puede ser tan rentable políticamente como una larga campaña. A la izquierda le conviene hacer creer que la “derecha” ha fracasado. Este es solo el inicio; cuando la posición expectante se torne en marchas y pliegos, los vamos a ver agitando sus banderas.

La izquierda cuestionó siempre todo. Lo hizo con los nombramientos de Zavala, Thorne, Giuffra y Aljovín. Calificaron al nuevo Defensor del Pueblo de “filoaprista”. Ven contubernios pepekausistas-fujimoristas donde solo hay procedimientos constitucionales plenamente válidos ¿No le tocaba al Congreso elegir a los directores del BCR? ¿El directorio del BCR debe pasar por el tamiz de la opinión pública o por plebiscito? ¿Tomar las calles es legítimo frente a nombramientos ceñidos a la Constitución?

Se acusa de politizar el BCR ¿Desde cuándo a la izquierda le ha preocupado el manejo monetario equilibrado? ¿Qué hubiera pasado si la izquierda hubiera colocado fichas en el ente emisor? ¿Campodónico era una buena opción para ella? ¿Y la Refinería de Talara? ¿Es Rey promotor de la “maquinita”? Manuel Moreyra fue un perspicaz director del BCR y fue abogado, pero un autodidacta en temas económicos. Rey ha sido ministro de la Producción, congresista de larga data y ha manejado empresas vinculadas a temas aduaneros y más. Pero lo más importante, tiene una posición cauta en economía y va del lado de los que creemos en una gestión equilibrada. A veces el peligro corre por la vía de los que saben; pero que saben mal, tan mal que deciden mal.

Si una virtud debe tener el directorio del BCR en su conjunto es la prudencia y el temple para decirle “No” a los ministros de Economía, y tener por cierto que a mayor masa monetaria menor valor real (aunque no nominal) de la moneda en el mercado. Por tanto, el BCR es una entidad técnica. Como bien dice Ismael Benavides, entrar al BCR es como entrar en una catedral: a una se va a rezar y a la otra se va a hacer la política monetaria. Punto.

Raúl Mendoza Cánepa