Essalud en la mira

Tres líneas de acción política contra Essalud

Virginia Baffigo ha renunciado a la Presidencia Ejecutiva de Essalud. Todavía no se conoce a su reemplazo, pero la Comisión de Transferencia, en su informe, ha diseñado la agenda para Essalud para los primeros cien días y, desde luego, también para el 2017 y hasta el 2021. No llama la atención. Es un símil a la Hoja de Ruta que elaboró el Minsa, a través del núcleo ejecutor de la reforma de salud humalista. Los miembros del equipo de transferencia para Essalud que designó PPK han sido parte del aludido núcleo. Y solo han aprovechado el proceso de transferencia para ponerle la agenda al próximo presidente ejecutivo de Essalud.

Tres líneas de acción política marcaron la crítica del núcleo ejecutor de la reforma de salud humalista contra la gestión de Baffigo en Essalud.

1.- El Plan Maestro de Essalud. El plan fue realizado en cooperación con el Banco Mundial. Insiste en la doctrina y en el fortalecimiento de la seguridad social en salud. Cuida y refuerza su autonomía constitucional. A contracorriente, el paquete legislativo humalista, llamado “de reforma de salud”, le restó autonomía; al punto que, por ejemplo, para construir nueva infraestructura hospitalaria la norma obliga a pedir autorización al Minsa, a pesar de que lo hace con su propio dinero. La lógica del aseguramiento que guía al Minsa hace innecesaria la construcción de nueva infraestructura, porque convierte a Essalud en administradora de fondos de aseguramiento. Es decir, Essalud debería comprar los servicios de salud a terceros (públicos y privados). El Plan Maestro de Essalud causó frustraciones al núcleo ejecutor de la reforma humalista.

2.- El proceso de adecuación de la seguridad social en salud, de Essalud al Aseguramiento Universal (AUS). La crítica del núcleo ejecutor humalista y, a la vez, miembros del equipo de transferencia de PPK, es que aún “no existe una separación de funciones entre el rol financiador y el rol prestador de los servicios en la institución”. Además, señalan que “la separación de funciones es más que ubicar cuáles oficinas corresponden al comprador y cuáles al prestador, como está planteado en el nuevo ROF. Se requiere adecuar la institución a la Ley AUS”. Es decir, critican que no se haya destruido la seguridad social en salud y no se haya construido en su lugar el aseguramiento. Proponen que en los primeros cien días del gobierno de PPK se elabore una “propuesta de separación de la función de financiamiento y la función prestadora de Essalud”. Y que en el 2017 se inicie “el proceso de separación de funciones y la adecuación de las estructuras necesarias”, para que en el 2021 se produzca la “consolidación del proceso de separación de funciones”.

3.-La exclusión de Essalud de la reforma salarial de los decretos legislativos 1153 y 1162. Estos decretos han implementado el régimen Servir y son muy cuestionados por los servidores del Minsa y otras dependencias del sector público. Los motivos son amplios; hay acciones legales, incluso constitucionales. Essalud se libró de ese proceso. Sin embargo, los miembros de la Comisión de Transferencia señalan en el punto seis, “Sobre la gestión de las personas… implementar los documentos de gestión del sistema de RR. HH. debidamente actualizados con el ROF institucional y la normativa del sistema de Recursos Humanos de SERVIR”. La comisión ha constatado que al año 2015 Essalud poseía en total 53,883 servidores, distribuidos en 9,120 administrativos y 44,763 asistenciales. El proceso de reforma salarial que afectó al Minsa con los decretos legislativos 1153 y 1162 excluyó a los administrativos y destruyó al equipo de salud. Además, se han perdido una serie de derechos laborales.

Essalud puede ser abordado desde múltiples perspectivas, siendo la más importante la perspectiva de los ciudadanos y sus derechos. El consenso del Foro del Acuerdo Nacional, las propias declaraciones y el mensaje de asunción de mando de PPK han señalado como norte a la seguridad social universal en salud. Es más, señaló que al 2021 más del 60% de la población estará formalizada; es decir, se espera un crecimiento consistente y progresivo de Essalud. Solo es necesario recordar que “los ingresos por aportaciones a Essalud han crecido de 4,225 millones de soles en el 2007 a 9,750 millones en el 2016”.

El desafío de los funcionarios del Ministerio de Trabajo y Essalud es fortalecer la seguridad social en salud y no destruirla. El reto es prepararla para recibir el dinero de ese 60% de la población que será afiliada a Essalud y brindarle más y mejores prestaciones de salud, económicas y sociales. PPK debe vigilar la coherencia de los funcionarios designados. ¡Gran tarea!

Herberth Cuba García