Entre dos mundos

El otro día me preguntaban qué sabía de Pedro Pablo Kuczynski Godard (PPK). Un burócrata y un profesional first class. Un hombre que ha estudiado en las mejores universidades del mundo. Pero un hombre que toda su vida ha sido un empleado.

Lo conocimos en el primer gobierno de Fernando Belaunde, pero también sabemos que ha ocupado cargos importantes en el sector privado, desde banca hasta empresa. Ha sido ministro en distintas oportunidades, ha llegado a ser primer ministro. Pero más allá de todos los cargos burocráticos que haya tenido en toda su vida, él por su propio carácter —sea por su formación norteamericana, sea por su raza judía— siempre ha sido un hombre de negocios. Y donde se une lo particular con lo público siempre existe el filo de la navaja. Los hombres de negocios, así como los burócratas, a veces no saben en qué lado de la navaja están. Terminan cortándose, terminan equivocando el lado, cometen errores.

A mí no me preocupa PPK. Lo que me preocupa es quiénes se lo están trayendo abajo. Este hombre podría estar pagando el precio de ser un hombre internacional, de saber hacer empresas, de ser un lobista, de ser un hombre de cálculos y números. Puede que no haya delito, pero hay falla política. Una tremenda falla política.

Me gustaría saber quiénes son esa generación de cuarenta años que están vestidos con los ropajes de Fuerza Popular, detrás de la hija de un criminal y ladrón con mayoría en el Congreso. Alguien les sopló la pluma de que con el número podrían sacar a un presidente, y hoy puede darse. Siempre defenderé la idea de que un gobierno aprista hubiera sido mejor. Ahora que la izquierda y los técnicos han demostrado que están jalados, la gente vuelve a mirar sobre su hombro y busca a los políticos. Porque eso está faltando, gente formada y preparada para conducir un país.

Lo que me tiene preocupado es por quién lo vamos a cambiar y qué podría suceder después. La Constitución Política del Perú dice que por el primer vicepresidente, un hombre cuestionado también, sacado de su cargo de ministro por falla política también. ¿Será el siguiente? Y la siguiente, tiene el Baguazo ¿También la sacarán?

Estamos en diciembre, época en que empiezan las lluvias. ¿Tendremos tan mala suerte de que se presente otro Niño costero? Imagínense eso unido a lo que está pasando en la política. ¿Qué pasa con el Perú? ¿Por qué en lugar de buscar soluciones, en lugar de caminar por la derecha que es tan fácil, nos gusta ir por la izquierda que está llena de huecos y tropiezos? Ojalá que mi país encuentre, a la hora de las grandes decisiones, la mejor solución.