Giacomo Ugarelli

En la puerta del horno se quema el pan

En la puerta del horno se quema el pan
Giacomo Ugarelli
02 de noviembre del 2016

Hillary Clinton en peligro de perder las elecciones

Hasta hace unas semanas, en las elecciones norteamericanas se avizoraba un triunfo relativamente fácil de Hillary Clinton. Las encuestas la daban como amplia vencedora. Sin embargo, en los últimos días, los sondeos de opinión vienen dando un giro, acortando increíblemente la distancia a tan solo un punto (Clinton 46%, Trump 45%). Con la sorpresiva nueva denuncia por parte del director del FBI, James Comey, sobre los e-mails de Clinton, diversos politólogos creen que a Clinton se le hará difícil sacudirse de ella en los pocos días que restan para la elección. Ahora Trump es el que tiene la iniciativa, Clinton tiene la carga; y el ganador será probablemente el que mantenga la presión sobre su rival.

Nunca antes un director del FBI había intervenido de esa manera faltando una semana para la votación. Muchos partidarios demócratas (y anti-Trump republicanos) han criticado la intervención del Sr. Comey, y han señalado que rompe con una tradición norteamericana o —como seguramente lo llamaría Trump— un ingrediente del establishment. En general, las investigaciones de similar naturaleza se manejan a puerta cerrada, pero la gran mayoría de los casos no involucran a un candidato presidencial.

La nueva denuncia contra Clinton es importante para la legitimidad de las elecciones por varias razones. Primero, porque el pueblo americano debería tener el derecho y la oportunidad de conocer todo sobre sus candidatos. Segundo, porque algunos demócratas han considerado esta denuncia como un acto dirigido a favorecer a Trump. Sin perjuicio de ello, se podría argumentar que no hacer pública la denuncia estaría favoreciendo también a Clinton. Tercero, si a pesar de la denuncia Clinton sale electa, ello redundará en fortalecer su posición al inicio de su gobierno.

Por último, ojo con el voto escondido. Este es un factor a tener en cuenta; sobre todo en campañas tan negativas, en las que los ataques a la integridad de la persona son la principal estrategia. Algunos medios han ayudado a fomentar la idea de que votar por Trump se considera políticamente incorrecto. Un ejemplo claro es que, nada más terminar el segundo debate, los comentaristas televisivos preguntaron en vivo a una audiencia que levanten la mano por quién votarían. Unos pocos levantaron la mano tímidamente por Trump, mientras la gran mayoría lo hacía por Clinton. ¿Habrá sido esa realmente la intención de voto de todos?

Nosotros en el Perú no somos ajenos a las sorpresas y campañas negativas en temas electorales. Es más, por el contrario, en los últimos treinta años la sorpresa ha sido casi la norma (Vargas Llosa-Fujimori, Fujimori-Humala, Fujimori-PPK). Salvando las distancias con el gigante norteamericano, a pocos días de la elección Keiko Fujimori se vio afectada por una grave denuncia en contra del secretario general de su partido. El manejo de la denuncia afectó directamente la tendencia en las encuestas, que la daba como favorita, y ello favoreció a nuestro actual presidente PPK. ¿Ocurrirá lo mismo con Clinton? El 8 de noviembre lo descubriremos.  

 

Giacomo Ugarelli, MSc International Public Policy - University College London, profesor de Análisis Internacional UPC

 
Giacomo Ugarelli
02 de noviembre del 2016

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