En defensa de los animales

El bienestar de los animales está muy conectado con el de los humanos.       

Que los animales no tengan derechos no significa que no deba velarse por su protección legal frente al abandono, el maltrato y la crueldad. La discusión sobre si tienen o no derechos es infructuosa pues merecen protección independientemente de ello. Una sociedad que aspira a ser sana y civilizada no puede permitir que los animales estén a merced de agresores que no reciben sanciones, o que de recibirlas, estas no desalientan conductas similares en el futuro.

Los animales en el Perú están desprotegidos y hoy hay un mayor consenso en los peruanos de no dejar impune el maltrato animal. Muestra de ello es la rapidez con que se han conseguido más de 80,000 firmas para que una propuesta de castigar el maltrato con pena privativa de libertad sea presentado al congreso. Propio de ir mejorando en muchos aspectos es también ir mejorando en nuestros sentimientos de respeto hacia los animales y en considerarlo esencial para nuestra convivencia pacífica.

Últimamente se ha podido lidiar con los abusadores de animales a través de la exposición de casos en medios y en redes sociales. Hay mucha indignación, mucha gente deseosa de ayudar, activistas, grupos e iniciativas pero ello aún no ha sido suficiente, ya que necesitamos una legislación que realmente funcione, porque contamos con una ley promulgada en el año 2000 que solo sanciona el maltrato animal como falta no como delito, y que al carecer de reglamentación es letra muerta y muchos casos quedan impunes. Es una burla y llama la atención que desde hace 15 años no se haya reglamentado.

Sea cual fuere la iniciativa que llegue a debatirse en el parlamento, es muy positivo que desde la sociedad civil se hayan alcanzado las firmas necesarias para presentarle y pedirle a nuestro Parlamento un debate serio de una situación que si no se resuelve nos seguirá enfermando y retrasando como sociedad. Son pocos los legisladores informados y que le dan la importancia debida, los demás se quedan atrapados en la discusión de si tienen derechos, o si es un tema de susceptibilidades. Por lo que tenemos mucho por educar mientras se debate.

En medio de esto, no faltan los que se escandalizan con que nos preocupemos tanto por los animales habiendo tantas penurias para los humanos. Es un afirmación que encuentro recurrentemente, como si fuera obligación ser monotemático. Claro está que quienes estamos preocupados por los animales también nos interesan resolver otros problemas y que lo uno no excluye a lo otro. Por el contrario, el bienestar de los animales está muy conectado con el de los humanos por la delgada línea que existe entre la violencia hacia los animales como un primer paso a la violencia hacia los humanos. Hay suficiente información confiable que nos alerta que por esto la crueldad hacia los animales debe ser atendida.

No insistamos en que los animales no tienen derechos, en que hay otros problemas más importantes, pues que sientan, que sufran, que su bienestar dependa de nosotros, y que su maltrato afecte nuestra convivencia sana y pacífica, son razones suficientes para que su protección jurídica tenga lugar.

Recordemos que la legislación debe ir acompañada de educación. La ley tampoco nos ayudará mucho si los peruanos no estamos verdaderamente comprometidos con el buen trato a los animales. Los padres y las escuelas tienen la responsabilidad de enseñar a los niños el respeto a los animales. Hay que educar también a las autoridades, desde policías hasta congresistas. El tema ya está en debate con mayor alcance que otras oportunidades. No esperemos otros 15 años más para dejar sin protección a una situación que nos enferma. Si la efectiva protección legal es aprobada, habremos logrado ser mejores personas y crecido como sociedad.

Por Yesenia Álvarez 01 -
May - 2015