Juan Carlos Valdivia

El tremendo Tribunal

El tremendo Tribunal
Juan Carlos Valdivia
05 de septiembre del 2017

Decisiones del Tribunal responden a intereses políticos

Es notorio el apuro mostrado por la mayoría de tribunos, aquellos nombrados durante el ejercicio del poder de doña Nadine Heredia, por resolver la acción de inconstitucionalidad promovida por algunos congresistas contra la norma que modifica el reglamento del Congreso para fortalecer los grupos partidarios y desincentivar el transfuguismo.

Siendo un tema tan importante, llama la atención la sucesión de hechos producidos en el Tribunal Constitucional, que muestran una extraña diligencia. Han realizado una votación conociéndose la decisión del Congreso de reemplazar a Oscar Urviola, cuyo periodo se encontraba vencido hace un año. Estando electo el nuevo tribuno, Augusto Ferrero, la mayoría relacionada a Nadine Heredia, apresuró la decisión.

Sin embargo, son conscientes de que, de acuerdo a las prácticas del mismo tribunal, está pendiente el trámite de ratificación, que debe producirse luego de que aquellos que hayan votado en minoría sustenten sus votos. De acuerdo a normas internas, tienen siete días útiles —que se vencen el viernes— para presentar sus sustentaciones. Luego de lo cual debe producirse el trámite de ratificación, ya con una nueva composición del Tribunal al asumir el martes el doctor Ferrero.

Por ello se ha buscado establecer una sentencia firme de manera mediática, dejando trascender supuestas versiones de la sentencia, primero a través de un congresista del oficialismo, Gilbert Violeta, y luego de una ONG. Es decir, están tratando de blindarse con los medios de comunicación amigos, generando una corriente de opinión en el sentido de la existencia de una sentencia firme, supuesta sentencia a la que aún le faltan, para que exista votación, una serie de pasos, como se ha explicado.

¿Cuáles son las razones para este interés de un sector del Tribunal Constitucional de tratar de tener una sentencia antes que de que se termine el proceso para su existencia? Pueden ser varias, desde procesos pendientes en el Congreso hasta favores políticos. Ayer el congresista Mauricio Mulder, en artículo publicado en esta web, ha esbozado algunas ideas al respecto. Pero es preocupante que las decisiones del Tribunal no respondan a criterios técnicos, sino a intereses políticos. Es lo que se deja notar en este interés por tener una sentencia en un periodo demasiado breve para lo que suele ser usual en el Tribunal Constitucional.

Se requiere que nuestro mundo político sea predictible. Si se libera a los congresistas la posibilidad de armar grupos parlamentarios a su voluntad, entonces se vulnerará la voluntad expresada en las elecciones a favor de determinados partidos políticos. Y se hace impredecible el trabajo parlamentario. Será el mundo de la informalidad, cuando no de los intereses personales, económicos, pero no los del país.

Juan Carlos Valdivia

Juan Carlos Valdivia
05 de septiembre del 2017

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