Nancy Arellano

El show educativo y la familia mediática

El show educativo y la familia mediática
Nancy Arellano
07 de diciembre del 2016

¿Vamos a dejar la educación sexual en manos de la TV y de Internet?

Han sido días de educación, pero no muy educativos. Por un lado el ministro Saavedra está bajo lupa del Congreso, y por otro salen primeras planas con la mejora, leve pero existente, en las evaluaciones Pisa. A ello se suma una campaña de #NoTeMetasConMisHijos, que muestra un supuesto programa educativo que apunta a la mal llamada “ideología de género”.

Lo cierto, en una economía globalizada donde competimos por posicionar productos y servicios, es que sin "mano y mentes de obra" calificadas, las labores básicas de maquila son perfectamente sustituibles por países que hacen dumping social y, a costo de medio hombre, cobran media tarifa de la que los países que deseamos crear mejores condiciones de vida para el grueso de la población podemos asumir. En este sentido, es imposible que se pretenda continuar el modelo maquila en pleno siglo XXI.

La educación pasa entonces por ser el centro de cualquier política económica y social que pretenda posicionar a nuestra economía de forma competitiva. ¿Qué tenemos que otros no? ¿Qué podemos desarrollar que otros no? ¿Cómo hacemos a nuestros ciudadanos globalmente productivos?

Hasta el momento he visto en las redes información falsa combinada con información cierta sobre el programa de modernización de la educación inicial que propone el Ministerio de Educación. En este programa veo contenidos que buscan el empoderamiento de las mujeres desde niñas y la educación de los niños en función de ver "de igual a igual" a hembras y varones. Es decir, desestigmatizar los papeles tradicionales de la sociedad, para los que el niño debe ser mecánico y la niña enfermera. También podría ser a la inversa, sin que ello signifique una masculinización de la primera y la feminización del segundo. ¿Es eso promover antivalores? No lo creo.

El texto reza lo siguiente: "Si bien aquello que consideramos ‘femenino’ o ‘masculino’ se basa en una diferencia biológica sexual, estas son nociones que vamos construyendo día a día, en nuestras interacciones. Si bien las relaciones de género históricamente han perjudicado en mayor medida a las mujeres, también existen dimensiones donde perjudican a los varones. En general, como país, si tenemos desigualdades de género, no podemos hablar de un desarrollo sostenible y democrático pleno".

Si se quiere dar un enfoque sesgado por percepciones político-partidistas entiendo que vean en ello una oportunidad de mediatización crítica. Pero no hay en ese texto más que una salvedad sobre la feminización y masculinización de la vida social, que luego puede traducirse en formas de violencia psicológica o institucional, por no decir sexual y familiar. ¿Qué opina si su hija es la que trabaja y su yerno limpia la casa y cuida a los bebes? ¿Qué opina si su hija trabajara en una mina y su hijo fuese bailarín? Para mí estaría bien si las partes están conformes, que es lo que importa.

Todo lo que se habló con la campaña de #NiUnaMenos empieza por la prevención y formación educativa. No creo que formar a los niños en estas materias melle su integridad psicológica o ponga en tela de juicio su sexualidad. Hablar de sexualidad es una responsabilidad tanto de la familia como del Estado. Cuando las enfermedades venéreas pueden ser calamidad pública, cuando se debe tener en los hospitales medicamentos para enfermos de VIH, cuando el embarazo precoz priva a los jóvenes de su formación porque deben asumir responsabilidades antes de tiempo, el Estado debe entrar y actuar. ¿Queremos un Estado reactivo? ¿Queremos un Estado preventivo? ¿Vamos a dejar la educación sexual solo en manos de la TV y de Internet? ¿Acaso las páginas de porno gratis son más educativas?

En todo caso, me sorprende que las críticas se hayan centrado en estas formas simples y plausibles, en vez de revisar los contenidos en matemáticas, literatura peruana, literatura universal, historia contemporánea, formación cívica, técnicas de pedagogía, comprensión lectora, redacción, desarrollo de competencias personales o tecnológicas, o la carga de inglés. Tenemos más del 50% de mentes peruanas de género femenino. No podemos despreciar su importancia para el desarrollo del Perú.

¿Cuál futuro le importa a usted para sus hijos? ¿Su calidad de vida? ¿Su país? ¿Su profesionalismo? O sólo seguimos el show. Si le interesa el fondo: http://www.minedu.gob.pe/curriculo/pdf/curriculo-nacional-2016-2.pdf. Si no, siga en el Face "educando" a Saavedra.

 

Nancy Arellano

@nancyarellano

 
Nancy Arellano
07 de diciembre del 2016

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