El “Senado virtual” de Ana Jara

¿Realmente estamos presenciando la esperada reforma del sistema político y electoral?          

Pretendo no parecer mezquino así que empezaré por lo siguiente. Esta rueda de conversaciones (o acaso de anuncios oficialistas tamizados previamente), si para algo está sirviendo, es para mostrarnos a una Ana Jara que retoma el liderazgo en el Gabinete tras la salida de su piedra en el zapato Daniel Urresti. 

Hemos recuperado por ende a una titular de la PCM formulando temas que sin duda son relevantes, con el concurso de buena parte de la clase política, lo cual, a lo que más ayuda, es a brindar un poco de distensión en el ambiente luego de meses de crispación propiciada por Palacio, en un contexto en el que el partido oficialista viene siendo severamente arrinconado por los irregulares aportes recibidos en las últimas dos campañas, y por los señalamientos específico contra de Nadine Heredia (hoy ya en campaña junto a su esposo y su candidato Urresti). 

Pero hasta ahí nomás el efecto político. Esto que ha sido denominado “reforma política y electoral”, no pasa de ser una suerte de medicina puntual contra el dolor de un cáncer que ya hizo metástasis, y que requeriría de un tratamiento integral y profundo, cuya viabilidad depende de un pacto político de largo alcance en el que participen TODAS las fuerzas políticas y actores claves de la sociedad civil. 

Pese a que muchos consideran un éxito arribar a 4 puntos de consenso de los 7 formulados, de los cuales, con suerte serán 2 los que a final tengan el apoyo de la representación congresal (imagino que serán la “muerte civil” para quienes mantengan deudas con el Estado y por ende no puedan candidatear, y las declaraciones juradas para conocer aquellos candidatos que hayan tenido condenas o procesos no resueltos). Pero, desde ya, la no reelección inmediata para presidentes regionales y alcaldes, a mi juicio, es un absoluto despropósito en tanto castiga las buenas gestiones frente a las malas. Y la regulación de la revocatoria requeriría de un análisis mucho más detallado y técnico que el alcanzado hasta ahora. 

Pero más allá del detalle. Son modificaciones que para concretarse han tenido que salir del entorno parlamentario para lograr los votos suficientes que no habían conseguido. ¿Era necesaria tanta bulla para esto?. Pero lo más importante. El Perú requiere de una reformulación de su sistema político integral y pensada hacia el futuro. La palabra asusta a muchos, pero como están las cosas, hoy prefiero hablar más de la necesidad de una Asamblea Constituyente que de  remedos de reforma. 

Como país hemos ya arribado a algunos consensos vitales. Por ejemplo, el del modelo económico, que nos ha funcionado en tanto ha generado bienestar a millones de peruanos y los ha sacado de la pobreza. El modelo de crecimiento debería ser un punto de partida, lo cual no quita la opción de plantear mejoras, pero desde lo construido. 

Pero por favor no llamemos reforma del sistema político y electoral a lo que no es. Lo que ha inaugurado Ana Jara, en buena cuenta, es un Senado virtual que está operando en la PCM ante el entrampamiento de la “Cámara Política”. La reforma en serio sigue esperando. 

Por: Mario Saldaña C. (@msaldanac)
05 - Mar - 2015