El publicista que el Perú necesita

Cuanto ganaría el país si varios Urresti hicieran campaña a favor de inversión.             

Los tweets de hace algunos días del Ministro Daniel Urresti no cayeron bien en un amplio sector de la población y tampoco en el Gobierno. Luego de la tormenta, uno no puede dejar de preguntarse qué se pretende al mantener a un Ministro que, pese a tener un importante respaldo en las encuestas, parece concentrarse primordialmente en hacer tarea publicitaria. La respuesta inevitable parece ser una: “propaganda electoral”.

No sería sorprendente que el Gobierno explore la posibilidad de un Urresti como candidato presidencial (lo cual no parece muy probable) o como integrante de la plancha presidencial nacionalista (lo cual parece muy probable), junto con una Nadine Heredia de cabeza de lista congresal, para tratar de generar “arrastre” y, con ello, al menos alguna participación estratégica en el próximo Congreso. La duda, sin embargo, es si el oficialismo podría preferir a Urresti de cabeza de lista lo cual, probablemente, generaría un mayor “arrastre” que la presencia de la propia Nadine.

Sea como fuere, parece claro que el oficialismo viene pensando seriamente en las próximas elecciones y no en las tareas de gobierno diarias salvo, quizás, la tarea que se ha emprendido desde algunos ministerios (como economía o el de la producción) pero que, no obstante, sin el apoyo político decidido, se encuentra comprometida por una oposición que no parece estar dispuesta a hacer concesiones a estas alturas del partido.

El Perú no necesita experimentos sino continuidad en la ejecución de programas económicos sensatos. Necesitamos, por ejemplo, que se dinamice más la inversión privada, que se flexibilicen las regulaciones que imponen sobre costos absurdos y que se fomente una lógica dialogante y no policiaca por parte de algunas entidades del Estado. En buena cuenta, se requiere pisar el acelerador en aquellas reformas que aseguran el buen desenvolvimiento futuro de nuestro país.

El gobierno debería estar dedicado a publicitar esta visión de las cosas y no tanto en publicitarse como “gobierno bueno”. Lima no es el Perú y en provincias es alto el riesgo de descontento frente a un modelo que debe ser defendido. Para ello, se necesita vender mejor el producto. Si tuviéramos más Urrestis haciendo publicidad intensiva a favor de la inversión, quizás ciertas ideologías fracasadas dejarían de resurgir cada cierto tiempo.

Por Gustavo Rodríguez García

19 - Ene - 2015