Dante Bobadilla

El principio del fin

La mayor organización criminal del Perú es la mafia caviar

El principio del fin
Dante Bobadilla
02 de noviembre del 2018

 

Es impresionante lo fácil que es meter preso a cualquiera en este país. Basta que te inventen una sospecha creíble, jugando con las apariencias y algunos testimonios, para que el fiscal solicite prisión preventiva para investigarte. Las excusas son burdas. En realidad no importan, se fabrican a pedido. El mundo jurídico es como un juego de Lego donde tienes varias piezas para elegir. Lo mismo puedes usarlas para armar un castillo o un caballo, según te convenga.

La retórica se ajusta a pedido. Vean, por ejemplo, cómo cambiaron de llamar “organización criminal” a Fuerza Popular, a decir luego que se trataba de una organización criminal en el interior del partido. ¿En serio creen que engañan a alguien con ese burdo juego de palabras? Y por supuesto, el boberío de los medios se compra el bulo.

La mayor organización criminal del Perú es la mafia caviar. Cuenta con poderosas oenegés que controlan buena parte de la Fiscalía y el Poder Judicial, maneja medios y se extienden por la web como un tumor. Tienen destacados miembros en la academia, prestos a dar su firma para cualquier comunicado de ocasión, o posar en un estrado de notables. A todo eso súmenle el lumpen juvenil que los sigue en las redes sociales y que permanece listo para salir a marchar al primer llamado, cacareando las consignas del momento.

No sería exagerado decir que ahora controla también al Gobierno. ¿Qué sostiene al pobre Vizcarra si no es la concentración de medios y la mafia caviar? ¿Alguien cree que Vizcarra seguiría en el poder si no sirviera a los intereses de esta mafia? Vean cómo el presidente y su premier se han alineado obedientemente con la consigna caviar de sacar al fiscal de la Nación Pedro Chávarry. El único delito de Chávarry es no ser parte del corral de IDL. Por eso la mafia se ha encargado de sembrar “dudas razonables” o “serios cuestionamientos” que, por supuesto, son hechos por la misma mafia caviar a través de sus medios. Y si Vizcarra no les fuera útil, ya estaríamos viendo la campaña de demolición contra él. Así opera la mafia.

El otro objetivo de la mafia caviar es el informe Lava Jato. Hay una jauría exaltada esperando el momento de lanzarse sobre ese informe y destrozarlo a mordiscos. No solo porque incrimina a su gente, sino porque no les han dado el gusto de implicar a Alan García y Keiko Fujimori, que siempre serán sus blancos predilectos. Es obvio que Keiko Fujimori no tiene nada que hacer allí porque no ha sido gobierno, y no hay nada que involucre directamente a Alan García. Pero ya se escuchan voces desacreditando el informe.

El cargamontón de la mafia caviar es impresionante. Ya ni siquiera se preocupan por ser sutiles o mantenerse en las sombras. El descaro ya es total. ¿Han visto la desfachatez con que el fiscal José Domingo Pérez salió ante los medios para exigir la renuncia del Fiscal de la Nación? Eso me dejó asqueado. El Perú se ha reducido a una republiqueta marihuanera, con una Estado fallido controlado por una mafia que hiede a caviar podrido.

Y la pregunta es ¿qué hacer? Con Keiko Fujimori en la cárcel, su partido corre el riesgo de diluirse. Desgraciadamente no es un partido sino un club de fans, acostumbrados a vitorear a su lideresa, y aplaudir y saltar según sus instrucciones. La verticalidad era total y no existía un cuerpo colegiado, un estado mayor, un comité político ni nada parecido. Solo existía la sagrada palabra de Keiko, siguiendo los susurros de sus asesores de dos por medio. Evidentemente todo esto le ha pasado la factura a Keiko. No se tomó en serio la tarea de hacer política de verdad. Aprovechando el legado de su padre, se puso a jugar a la política rodeándose de monigotes que solo movían la cabeza afirmativamente.

Es hora de crear un verdadero partido de derecha, que no tenga miedos ni complejos por ser de derecha, que no se acobarde ante la izquierda, que cambie la mentalidad mediocre de la política peruana en manos de monigotes y trepadores, que defienda al ciudadano ante el Estado y no que lo convierta en súbdito del Estado. Necesitamos un partido de derecha que sea capaz de enfrentarse a la mafia caviar. Yo me apunto desde ya.

 

Dante Bobadilla
02 de noviembre del 2018

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