El Perú visto desde Europa

Semanas atrás se interpeló a la entonces ministra de Educación Marilú Martens y vimos cómo determinados miembros del oficialismo argumentaban apasionadamente a favor de su permanencia en aras de defender la continuidad de la política educativa en el país. No obstante, al ser preguntados en qué consistía esa política, quedé sorprendido por cómo les dio un ataque de mudez repentina, realmente me preocupé por su salud. Este hecho anecdótico demuestra que para que el Perú pueda desplegar todo su potencial como nación debemos aprender a separar la paja del trigo; es decir, debemos evaluar los resultados de las políticas públicas que se pagan con nuestro dinero.

La vida da a veces giros caprichosos. Esta es la primera columna que escribo estando lejos de mi tierra. Hace tres semanas, mientras desayunaba tranquilamente en mi casa, recibí una noticia de esas que marcan un antes y después en tu vida: había ganado la Beca Presidente de la República para estudiar una Maestría en Estudios de Políticas Públicas en la Universidad de Edimburgo, en Escocia (Reino Unido). Prácticamente no tenía nada listo para el viaje y mil trámites pendientes por hacer, ya que dejar tu vida en un par de días no es cosa fácil; no obstante acepté el reto y me puse manos a la obra. Me motivó saber que estudiar en una de las mejores universidades del mundo, asociada a más de veinte ganadores del Premio Nobel, alma máter de personajes históricos como David Hume, Charles Darwin y Alexander Graham Bell, y que además ha sido dirigida por personajes de la talla del mismo Winston Churchill (quien fue su rector), me permitiría adquirir el conocimiento necesario para analizar las políticas públicas del Perú y generar conciencia sobre sus buenos o malos resultados.

Definitivamente estar lejos de casa no es fácil, se extraña a los seres queridos, las amistades y la comida. No obstante, Edimburgo es una ciudad vibrante y patrimonio cultural de la humanidad; su arquitectura medieval es inmune al paso de los años. Es una ciudad vinculada a escritores como Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle, James Matthew Barrie y J.K Rowling, quienes le dieron al mundo a personajes fantásticos como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Sherlock Holmes, Peter Pan y Harry Potter, respectivamente. Es una ciudad fría y húmeda, pero que en definitiva inspira.

A pesar de haber viajado en varias oportunidades a otros países, ciertos detalles del Reino Unido me han llamado la atención. Entre ellos, la existencia de “salones multife” (donde gente de diversos credos acuden a rezar en el mismo espacio a sus dioses), los baños de género neutro, la posición del timón en el asiento derecho del carro y la necesidad de mirar al lado opuesto de la calle antes de cruzar. Asimismo, estudiar en la Universidad de Edimburgo, que tiene alumnos de más de 160 nacionalidades, me ha permitido conocer en pocos días a gente de China, India, Malasia, Indonesia y Holanda, por nombrar solo algunos países, y saber qué es lo que piensan del Perú y su lugar en el mundo.

En definitiva, el tiempo que me ausente servirá para que en posteriores columnas para El Montonero pueda analizar las políticas públicas del Perú a la luz de los conocimientos aprendidos y, con humildad, poder aportar en el debate que se haga de las mismas.

Edimburgo, 02 de octubre de 2017.

Franco Germaná Inga.

@FrancoGermana