El Perú recuperó su futuro

Con la captura de Abimael Guzmán y la cúpula senderista

Durante años, la izquierda nos trató de convencer de que la violencia generada por Abimael Guzmán y sus huestes era por razones estructurales. Que las desigualdades, que la pobreza generaban esta reacción del pueblo organizado. Explicaciones no faltaban. Que si Velasco no hubiera existido Sendero habría tenido éxito, y elucubraciones parecidas.

Lo que la izquierda nunca pudo explicar, si todas estas razones estructurales explicaban la violencia senderista, por qué bastó que fuera atrapado el líder Abimael Guzmán para que las acciones de sangre y muerte fueran disminuyendo hasta acabarse. Lo que hoy existe, o se ha convertido en guardaespaldas del narcotráfico o buscan infiltrarse en organizaciones sociales, como hemos visto en la reciente huelga magisterial. No había pueblo organizado. Las supuestas causas subsistían, pero las acciones disminuyeron o desaparecieron apenas capturado Guzmán aquel 12 de setiembre de 1992.

No hay que olvidar que la izquierda formal veía con cierta envidia a estos hermanos ideológicos que se habían atrevido a adelantarse en la lucha. Por eso se organizaron en la Asamblea Nacional Popular, que no era otra cosa que buscar dar una organización, una vanguardia política, que estuviera lista cuando la revolución triunfara.

El 12 de setiembre de 1992 el país cambió. Recuperó su futuro. Recuperó su sentido histórico. Se impuso sobre aquellos que atacaron al Perú y sobre aquellos tontos útiles que quisieron ser comparsa de esa supuesta “revolución”. Son los que han construido diversas teorías que minimizan el accionar terrorista, y con atrevimiento lo comparan con el del las fuerzas del orden. Son incapaces de referirse a los terroristas como enemigos del Perú.

Hoy Sendero tiene una nueva táctica. Ha cambiado su estrategia, pero nuevamente encuentra tontos útiles dispuestos a hacerles el juego. Algunos insospechados, como el fujimorismo que se ha aliado con los radicales ligados al Conare (una de las tantas fachadas del senderismo) para buscar terminar con la carrera pública magisterial. Como lo dijeron varios congresistas de Fuerza Popular en la pasada interpelación a la ministra de Educación.

El 12 de setiembre es una fecha para celebrar, pues los peruanos recuperamos la posibilidad de vivir en paz, de ser esa nación en permanente construcción, y no convertirnos en una más de esas naciones disgregadas y enfrentadas. El Perú recuperó su futuro.

Juan Carlos Valdivia