Hugo Otero

El pacto de los electores

El pacto de los electores
Hugo Otero
24 de noviembre del 2014

Reflexiones sobre un pacto nacional que conecte con intereses de ciudadanos

Es hora de que los peruanos comencemos a creer en la democracia como el mejor sistema para vivir civilizadamente. El problema es que cada vez son más los que no creen en ese camino y desean un gobierno autoritario que ponga orden, aunque esta experiencia haya sido nefasta en la historia del país.

La campaña electoral que se inicia puede servirnos para encontrar una solución. Podemos establecer un pacto nacional entre los partidos, movimientos y diversas expresiones sociales, antes de la votación del 2016. Un pacto por los electores que conecte sus intereses con el proceso electoral. El objetivo es concordar iniciativas que los favorezcan y que se cumplan, quien quiera que sea el Presidente o los congresistas elegidos.

Por ejemplo, se requiere que los políticos logren consenso sobre los cambios constitucionales que permitan las reformas institucionales o del régimen económico para modernizar el estado. Eso daría sentido al voto y lo conectaría con el interés nacional.

Un compromiso en cuanto al régimen de protección social, de educación, de salud y de trabajo que favorezca a las mayorías ayudaría a reducir la gigantesca desconfianza ciudadana. Contribuiría a elevar el debate electoral y conseguiría una actitud positiva de los medios.

El pacto significa afirmar la importancia primordial que tienen los electores en la democracia. Es darles al nuevo presidente y al Congreso mayor sustento y credibilidad con el apoyo mayoritario y consensuado de quienes los eligen. En las actuales circunstancias de confrontación permanente la democracia se desgasta. Las nuevas autoridades no pueden ser producto de la lucha feroz por el poder, de todos contra todos. Eso augura un gobierno corto y efímero y el retorno a un régimen autoritario.

Los electores no son proveedores pasivos de votos para satisfacer proyectos egoístas. Son  base fundamental del sustento democrático. Sin embargo, suelen ser los más olvidados e ignorados y millones se sienten estafados después de entregar su confianza.

Centrar la atención en los votantes y buscar su apoyo es la mejor y más sana estrategia para legitimar nuestra naciente democracia. Desde luego, los políticos no son los únicos responsables, pero si son lo que más interés podrían tener en firmar y cumplir este pacto.

Por Hugo Otero
(24 - nov - 2014)

Hugo Otero
24 de noviembre del 2014

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