El Frente Amplio, Podemos y el chavismo

Contactos, viajes, mensajes de apoyo y una interacción permanente

La campaña electoral de Verónika Mendoza —lideresa peruano/francesa de las facciones izquierdistas agrupadas en el Frente Amplio— la premió con la segunda minoría de oposición en un Congreso dominado por la mayoría absoluta que el fujimorismo conquistó en primera vuelta.

No obstante la dura batalla por los votos y el conflictivo panorama parlamentario que se teme, nadie ha reparado en lo que Carlos Malamud —investigador del Instituto Sebastián Elcano— escribió el 4 de julio en Infolatam (“Podemos y la latinoamericanización de la política española”). Malamud recuerda que el populista español Pablo Iglesias estaba tan seguro de su éxito electoral que invitó a un nutrido grupo de radicales para acompañar la celebración que las elecciones le negaron. Verónika Mendoza estuvo en Madrid junto al procesado ex ministro kirchnerista Axel Kicillof y Piedad Córdoba, activista de las FARC.

“Podemos tiene rasgos peronistas”, dijo Iglesias. Después de mencionarlo, Malamud cita un comunicado del Frente Amplio, afirmando que el contacto de Mendoza con Podemos le serviría para aprender “su experiencia en la construcción de una agrupación vinculada a la gente de a pie, su proceso de confluencia política y su proyección generacional como partido renovador de la izquierda contemporánea”.

El Frente Amplio peruano es una copia incipiente del Frente Amplio uruguayo, que está provocando una gresca mayúscula por su apoyo a Maduro. Es el único gobierno que insiste en entregar la presidencia pro tempore del Mercosur a Venezuela, en vez de aplicarle la cláusula democrática (Protocolo de Ushuaia) y exigirle que cumpla las obligaciones jurídicas que contrajo cuando Chávez logró su ilegítima accesión, mediante la también ilegítima suspensión del Paraguay (para que no pudiera votar contra la incorporación venezolana). Recuérdese que Verónika Mendoza siempre ha evitado desmarcarse del chavismo.

¿Es posible que Keiko Fujimori ignore que Podemos y su liderazgo asesoraron durante varios años al chavismo en Caracas, y se beneficiaron de pagos millonarios y clandestinos? Fuerza Popular sabe que el Frente Amplio será su seguro contrincante electoral el 2021, y que asumirá la oposición más recalcitrante contra el próximo gobierno de Kuczynski. FP tiene que conocer lo que dice Malamud sobre “el esfuerzo que está haciendo el partido de Iglesias para sacar provecho de unos lazos estrechos y permanentes (con partidos latinoamericanos) como está haciendo Podemos. Contactos, viajes, mensajes de apoyo, en definitiva una interacción permanente entre los dos lados del Océano Atlántico. La asociación con Verónika Mendoza es fiel reflejo de esta realidad”. Singulariza así la relación establecida entre las agrupaciones peruana y española. Podemos es un “chavismo ilustrado”, peligroso y capaz de fortalecer al Frente Amplio de la izquierda nativa, que coincide con el Frente Amplio de Uruguay en el apoyo a la militarizada dictadura de Maduro.

Como la política es el reino de la confusión y las sorpresas, esperemos que el principal partido de oposición al inminente gobierno de Kuczynski no haga el juego a su contendor en las elecciones peruanas de 2021, combatiendo al régimen en lugar de garantizar la gobernabilidad del Perú. Fuerza Popular debe saber que, una vez más, la izquierda será un factor de conflictividad y que frenará el desarrollo económico que la solvente tecnocracia del gobierno entrante podría proyectar hacia un futuro promisorio.

Interrogado sobre los aspectos más positivos de los regímenes que lo precedieron, el presidente electo comenzó respondiendo que “las reformas en el primer gobierno de Alberto Fujimori cambiaron la economía del Perú”. Por su lado, Fuerza Popular ha decidido postular a la experimentada y dialogante parlamentaria Luz Salgado como la próxima presidenta del Congreso. Son muestras de que la racionalidad política y el interés nacional comienzan a labrar su camino.

Eduardo Ponce Vivanco