El espejo ruso

Falta de control abre camino para que facciones de inteligencia interfieran en elecciones.       

Un artículo reciente (“¿Qué pasa en Rusia?”, de Ian Vásquez) da cuenta de una lucha interna por el poder en el Kremlin, protagonizada por servicios de inteligencia enfrentados entre sí.

Desde los tiempos de Andropov y Gorbachev, los líderes rusos han llegado al poder a través de la KGB. Vladimir Putin no es la excepción. De alguna manera, eso refleja un fenómeno mundial: la informacíón es poder.

Solo que en el caso de Rusia parece haber una verdadera metástasis de los servicios de inteligencia en los ámbitos público y privado. No es algo muy distinto de lo que ocurre en el Perú y que podría continuar.

Según el autor, en Rusia los Siloviki –miembros de una red de más de veinte agencias de seguridad del Estado- se han apoderado del país. El argumento que defiende el autor es interesante: los servicios de inteligencia –dice- siempre tuvieron mucho poder, pero existía el contrapeso del partido comunista. Ya no existe el partido, y los Siloviki controlan completamente el Estado.

Más aún, la hipótesis del autor es que el asesinato del opositor Boris Nemtsov indica que Putin habría perdido el control de los Siloviki, y que dos bandas de estos se disputan el poder, unos aliados con la administración rusa y otros con los rebeldes chechenos.

Estamos obligados a mirarnos en el espejo ruso. Si no ponemos bajo control a los servicios de inteligencia y a las agencias que la han privatizado enviando células cancerosas por todo el tejido social, pronto tendremos facciones de inteligencia trabajando para distintas candidaturas al poder.

Es decir, a los servicios de inteligencia eligiendo en buena cuenta al gobierno. Eso es lo que Rusia nos está diciendo.

Por Jorge Morelli (@jorgemorelli1)
25 - Mar - 2015