El dólar agujereado

Crecimiento del PBI de EEUU se financia en realidad con masivo endeudamiento de ciudadanos

El presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, ha dicho que “el dólar está subiendo frente a todas las monedas del mundo porque se espera que Estados Unidos se recupere”. Abundó al señalar que “buenas noticias de Estados Unidos hacen que el dólar se fortalezca y, con noticias no tan buenas de ese país, se debilita su moneda”. Notó, por ejemplo, que en la mañana del martes el sol se revaluó algo debido a que “salió una mala noticia en Estados Unidos, o no tan buena, de que la confianza del consumidor era un poco peor de lo que se esperaba”.

No es la única noticia no tan buena. El crecimiento de la economía americana es algo que, al parecer, hay que poner entre comillas.

Por años ya, la política de estímulo monetario ha venido funcionando así: el Tesoro de Estados Unidos emite masivamente bonos que los bancos privados compran con el dinero que el banco central de Estados Unidos (FED) les provee (la ley le prohíbe a la FED prestarle dinero directamente al Tesoro, pero no triangularlo a través de los bancos privados). Los bancos tienen entonces masas enormes de dinero que luego lo prestan masivamente a la gente con tasa de interés baja y sin hacer demasiadas preguntas acerca de cómo van a recuperar lo que prestan. Tampoco es asunto suyo si lo usan para invertir o para consumir.

Así, el crecimiento del PBI de Estados Unidos se financia con esa emisión masiva, que es en realidad un masivo endeudamiento de sus ciudadanos, el más grande que ha existido en toda su historia y una verdadera burbuja global. ¿Cómo puede llamársele a esto un crecimiento sano y una buena noticia?

Otro indicio de que algo raro pasa es que no ha habido una verdadera mejora en el empleo estadounidense, según la FED. Las noticias podrían ser peores de lo que las cifras oficiales reconocen. Al parecer las estadísticas incluyen en la categoría de desempleados a los que declaran que buscan empleo, pero no a los que ya dejaron de buscarlo, sea porque se cansaron de no hallarlo o porque lo encontraron en alguna actividad informal. La informalización de la actividad productiva parece una realidad en crecimiento en Estados Unidos, una que ese país no ha conocido hasta hoy y que aún no sabe cómo incluir en el cálculo del PBI. Como bien sabemos nosotros, la primera característica de la informalidad es que ocurre en las sombras y no paga impuestos.

De manera que las noticias no son buenas, sino malas. Y no se ve cómo la FED vaya a poder subir la tasa de interés en ningún plazo cercano sin hacer impagable la deuda que ha generado. Y tampoco se ve cómo pueda el dólar continuar siendo el refugio de los capitales globales cuando el pánico se apodera de ellos. Entonces solo quedará el oro. Y nosotros producimos oro.

Por Jorge Morelli

(1 Oct 2014)