Úrsula Letona

El control de las cooperativas

Un debate que se viene postergando desde hace 14 años

El control de las cooperativas
Úrsula Letona
21 de mayo del 2018

 

Desde hace un tiempo se encuentra en el tintero de la agenda del Congreso el tema del control de las fundaciones, cooperativas y asociaciones mutualistas. Si bien existe alguna regulación aislada en diferentes cuerpos normativos —como el Código Civil, para el caso de las fundaciones— no existe una entidad que tenga por finalidad supervisar y que lo haga de manera autónoma, considerando lo relevante del manejo de los significativos recursos a cargo de estas entidades.

Resulta preocupante, considerando la necesidad de tener un control del origen de los recursos que manejan, la data proporcionada por el superintendente adjunto de la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones, en una entrevista del Diario Gestión, en la que resalta que, al mes de setiembre de 2017, existen 659 cooperativas de ahorro y crédito en el país, de las cuales 500 no son supervisadas. En lo que respecta a las fundaciones, según el Directorio del Registro Administrativo Nacional de Fundaciones, existen 353 fundaciones, las cuales son supervisadas por el Consejo de Supervigilancia de Fundaciones. Sin embargo, dicho órgano supervisor carece de autonomía, pues depende del Poder Ejecutivo; y además requiere de herramientas de control y regulatorias para transparentar el manejo de los recursos a cargo de estas entidades.

Lamentablemente, pese a esta necesidad que evidenciamos, los últimos gobiernos no han mostrado ninguna preocupación por dotar de una supervisión de la dimensión y naturaleza que estas entidades requieren. Ello pese a que en dichas instituciones existen importantes flujos de dinero que no debieran pasar inadvertidos, a fin de que no se filtre dinero de origen ilícito.

La experiencia internacional nos muestra propuestas para esa supervisión. El modelo colombiano contempla la figura de la Superintendencia de la Economía Solidaria, la cual, conforme al Decreto 186 del año 2004, “es un organismo descentralizado, técnico, adscrito al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonial, que tiene por objeto la supervisión sobre la actividad financiera del cooperativismo y sobre los servicios de ahorro y crédito de los fondos de empleados de las asociaciones mutualistas (…)”. Si bien esta entidad no cuenta con autonomía funcional, sí ostenta autonomía administrativa y económica.

El Congreso no puede ser ajeno a esta situación y es por ello que el pasado 17 de mayo último se presentó una propuesta multipartidaria, a iniciativa de mi persona, que  ha sido respaldada por miembros de las bancadas del Apra, Acción Popular, Frente Amplio, Alianza por el Progreso y Peruanos por el Kambio. Una propuesta que tiene como objetivo contar con una ley que requiere de una reforma constitucional, a fin de crear la Superintendencia de Entidades Solidarias, como una entidad de la categoría de organismo constitucionalmente autónomo. A su vez, esta iniciativa establece que el superintendente a cargo de esta entidad será designado por el Poder Ejecutivo y ratificado por el Congreso de la República con el voto de la mitad más uno del número legal de sus miembros (66 votos).

Espero que esta iniciativa permita colocar en la agenda pública el tema explicado, y se inicie un importante debate, con la participación del círculo político, la academia, la ciudadanía y la sociedad civil organizada. En la medida que la propuesta es una iniciativa de reforma constitucional, su aprobación requiere de votación favorable en dos (02) legislaturas del Congreso. Definitivamente el debate permitirá que el Parlamento tome la decisión más acertada. Y lo realmente importante, que se permita el control de los recursos que manejan estas entidades, considerando que nuestra economía se encuentra afectada por recursos provenientes de diversas actividades ilícitas, pues el tema de la debida regulación de estas entidades se encuentra en debate en el Congreso hace 14 años y no se ha resuelto.

Esperamos que esta propuesta prospere. Creemos firmemente que así ocurrirá, en la medida que nace como una propuesta multipartidaria. Y finalmente, a la pregunta de por qué crear una entidad especial, podemos responder sencillamente que las cooperativas (las verdaderas) reclamaban un ente que entienda su naturaleza, que es de carácter solidario y sin ánimos de lucro. Bienvenida la supervisión, pero especializada.

 

Úrsula Letona
21 de mayo del 2018

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