Juan José García

El calvario hacia el futuro

El calvario hacia el futuro
Juan José García
22 de octubre del 2015

Sobre las dificultades económicas del país y las próximas elecciones

El Perú es un país que constantemente se ha movido al compás de los vientos ideológicos y de las agendas cambiantes del desarrollo internacional. Por ejemplo, en la década de los setenta proliferaron los gobiernos militares y se redujeron las libertades civiles. Luego, en la de los ochenta se vivió una democracia socialista, que intentó infructuosamente planificar la economía. Finalmente, en la década de los noventa se aplicó un modelo de liberación económica que sirvió, aunque con algunos tropiezos, para que el país se desarrolle durante los últimos 25 años. Algunos candidatos presidenciales pretenden cambiar este modelo, lo cual, desde mi perspectiva, sería una gran torpeza. Migrar a un modelo de menos mercado y más estado nos impediría enfrentar tres grandes retos. ¿Cuáles son?

El primero, en línea con lo que sugiere Daron Acemoglu, es abandonar el círculo vicioso de creación y consolidación de instituciones políticas y económicas de carácter extractivo, herencia de la época colonial, y entrar en el círculo virtuoso de instituciones inclusivas. De esta manera, el Perú podría continuar en la senda hacia el desarrollo. El segundo reto que se debe afrontar es el que planteó Thomas Piketty: reducir la desigualdad de los ingresos. Cabe resaltar que esto no implica aplicar políticas redistributivas, todo lo contrario. Debemos mejorar el modelo que nos ha permitido reducir la pobreza de más de 60% en 1990 a menos de 25% hasta el día de hoy. Por último, el tercer reto es distribuir adecuadamente los poderes políticos entre los ciudadanos, para evitar los descarados y constantes actos de corrupción, característica principal del presente gobierno.

Pienso que la tarea que tienen los futuros gobernantes es titánica, puesto que si no se llegan a superar en el mediano plazo los retos planteados las consecuencias serán muy graves. Si se siguen cometiendo los mismos errores políticos de siempre, el país continuará desacelerándose y podría caer en la trampa de los ingresos medios. Esto sería totalmente pernicioso, especialmente para los miles de jóvenes peruanos que actualmente invierten en su educación. Al caer en esta trampa, y al reducirse drásticamente las tasas de crecimiento económico, los ingresos que percibirían estos jóvenes en el futuro podrían no reflejar el verdadero valor de su productividad, reduciendo así los incentivos para seguir incrementando el capital humano.

El panorama es bastante oscuro. Estamos viviendo una crisis política seria. La economía se está desacelerando sostenidamente, los riesgos internacionales se están acentuando y estamos ad portas de entrar en la campaña presidencial. Claramente el camino hacia el desarrollo se muestra escabroso y superarlo dependerá de los políticos que tomen la posta en el siguiente gobierno. Quien gane las próximas elecciones tendrá que dar un paso hacia adelante y no dos hacia atrás.

Por Juan José García Chau

 
Juan José García
22 de octubre del 2015

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