Carlos Sotomayor

El baile de los que sobran

El baile de los que sobran
Carlos Sotomayor
23 de septiembre del 2015

Reflexiones en torno a Fujimori y Humala en una semana movida

LA JUSTICIA A VECES LLEGA. Ocho años atrás, un 22 de septiembre, el entonces prófugo ex presidente Alberto Fujimori era trasladado a Lima, vía Santiago, luego de consumarse su extradición. Travesía importante en la medida en que nos hizo pensar, al menos durante un momento, que la impunidad no siempre se sale con la suya. Fujimori fue juzgado por diversos delitos y hoy cumple justa condena tras las rejas.

Lo curioso, y en cierta medida peligroso, es que, a pesar de todas las evidencias, hay un sector considerable de la población que le otorga a su movimiento político (caudillista como los partidos tradicionales que él tanto criticaba) una presencia electoral nada despreciable. La misma que en estos momentos le da a su hija Keiko Fujimori la posibilidad de liderar las encuestas presidenciales. Cómo entender esto.

La primera idea que aterriza: su política desplegada de edificar mentiras por muy absurdas o delirantes que sean. Mentiras que prenden fácilmente en los desmemoriados y en los jóvenes lobotomizados con la TV basura nuestra (léase “Amor, amor, amor”, “Esto es guerra” o “Combate”, tan solo por mencionar algunos espacios). Postulado que explicaría, entre otras cosas, la desfachatez de Martha Chávez de señalar al gobierno fujimorista como lo más cercano a una democracia real.

HUMALA EN SU LABERINTO. El gobierno de Humala está muy cerca del fin (del fin democrático marcado por las próximas elecciones). No ha sido un gobierno Nacionalista (mucho menos de izquierda, obvio), pues su supuesto partido está lejos de serlo. Las grietas son ostensibles e insalvables, creo. El último cisma ha sido el pleito mediático entre el Jefe del Gabinete y la vicepresidenta. Resulta pues descabellado pensar en presiones del gobierno a la prensa. ¿Un gobierno a puertas de irse, desacreditado, con pugnas internas podría presionar y silenciar (provocar despidos, por ejemplo) a un grupo enorme y fuerte como El Comercio? Los sendos reportajes emitidos por Cuarto Poder, el de los informantes que validan que hubo dinero proveniente de Venezuela (muy creíble) y la supuestamente misteriosa muerte del joven trabajador de la casa presidencial (jalado de los pelos) terminan de echar por tierra lo expuesto por Leiva (y otros) de censuras y pedidos de cabezas cortadas digitadas desde palacio.

DESPEDIDAS SENTIDAS. Carmen Balcells, la gran artífice de lo que se conoció como el Boom Latinoamericano, y a quien le deben mucho Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, entre otros, murió hace unos días. La llamaban la Mamá grande. Y el apelativo le caía preciso. Como agente literario, Balcells les dio la oportunidad a los autores en lengua castellana de exigir contratos dignos a las grandes editoriales. Mientras escribo estas líneas me informan de la muerte de Elder Scott, miembro importante de la Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días. Su trabajo infatigable, en las misiones, lo trajeron por esta parte del continente –Argentina, Uruguay y Paraguay–. Sentidas partidas.

Por: Carlos M. Sotomayor

Carlos Sotomayor
23 de septiembre del 2015

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