Manuel Gago

El 1% de Toromocho

El 1% de Toromocho
Manuel Gago
07 de noviembre del 2014

Acerca del proyecto minero más importante de Junín y el fracaso de los antimineros

Por ley del 12 de septiembre de 2013 se crea en el distrito de Morococha, la ciudad Nueva Morococha. Ésta es una realidad de hecho y de derecho. Casi un 95% de la población ya es propietaria, título en mano, de las casas construidas para ellos. Un 5% todavía se resiste a mudarse porque son habitantes golondrinos, invasores que habrían sido promovidos o están negociando mejor precio por sus propiedades. El que será el tajo abierto (open pit) más grande del mundo pasará los linderos de la antigua ciudad.

Morococha fue parte de la minera estatal Centromin Perú. Cuando se decidió privatizarla, el contrato condicionaba la construcción de una nueva ciudad. La minera Chinalco adquiere los derechos de la mina el 5 de Mayo de 2008 y el 10 de Diciembre 2013 el presidente Ollanta Humala inaugura las operaciones.

Se dijo que vendrían chinos para ocupar todos los puestos de trabajo, que se llevarían uranio camuflado entre el cobre y molibdeno, que la Nueva Morococha se hundiría por estar en un área de bofedales, y otros cuentos apuntando al retraso y nulidad de la explotación minera. Una no reconocida federación de campesinos, empecinada en cancelar todas las licencias mineras de la región Junín, se alió con el alcalde para hacerles la vida a cuadritos a los inversionistas chinos. Así como corrieron a Mantaro Sac, que iba a explotar el yacimiento de fosfatos más grande del Perú en las montañas del valle del Mantaro, igual quisieron hacer con Toromocho. ¡Hablaron de contaminación cuando el fosfato es un abono mineral!

En 1593, Juan Hernández, prófugo de la justicia, escondido en una cueva descubrió una veta de plata que después la vendería. El 21 de Noviembre de 1907 se crea el distrito de Morococha. El 30 de Agosto de 1908, la mina Morococha, de los Proaño, Montero, Plucker, Valentine, Solís y otros, es absorbida por la norteamericana Cerro de Pasco Copper Corporation. El 1º de Enero de 1974, la mina es nacionalizada por el dictador Juan Velasco Alvarado.

La renta anual de Toromocho subirá en 1% el PBI. Esa es la mejor noticia. Desde 2015, un canon proveniente de esta renta, escrupulosamente administrado, podría convertir a Morococha y a todo Junín en el soñado primer mundo. Dinero habrá de sobra. Lo que tal vez todavía no habrá es manejo, visión, honestidad, decisión, conocimiento,… La competitividad regional debería mejorar con la preferencia que tendrán la mano de obra y los proveedores locales.

La actual mesa de diálogo para el reasentamiento -una nueva autoridad como consecuencia de una democracia participativa- se convertiría en una mesa permanente para resolver los conflictos que pudieran existir más adelante. Como sostiene Fred Goytendía, anterior titular de esa mesa, se debe trabajar para hacer de Morococha un modelo de bienestar y desarrollo.

El Ministerio de Energía y Minas y el OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental) califican al milímetro constantemente -como debe ser- el correcto desempeño de las operaciones. Además, un pequeño pero importante grupo de maestros todavía reclama que se le asigne una casa. Se dijo que los maestros son aves de paso y en consecuencia no les corresponde ese derecho. ¿Por qué unos maestros sí y otros no? Está en evaluación la posibilidad de construir una villa para ellos. Terreno y dinero hay. ¿Qué falta?

Por: Manuel A. Gago 
(7 - nov - 2014)

Manuel Gago
07 de noviembre del 2014

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