Raúl Mendoza Cánepa

Educar

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Raúl Mendoza Cánepa
05 de septiembre del 2016

La pedagogía de la libertad, la empatía, el amor y la comprensión

A decir verdad, uno de los últimos logros educativos (además de la mejora en infraestructura) es, como señala Mauricio Mulder, “la recuperación política del Estado para que haya una carrera pública magisterial, que ya se había hecho…”. No le falta razón; pero es más, el logro mayor debiera ser la reforma de la filosofía educativa, una que prescinda de la memoria y genere líneas de pensamiento lógico y creativo en los estudiantes en un marco de libre elección.

Una experiencia importante muy actual es Innova Schools (Interbank), que va creciendo y se torna en una opción educativa importante desde el sector privado. No solo apunta a mejorar la filosofía educativa con un nuevo paradigma (autonomía del estudiante, tecnología, cooperación grupal, formación de investigadores), sino que además se orienta a sectores emergentes que, con una educación mejor, pueden encontrar en el ámbito privado una base de igualdad de oportunidades. Este modelo ha capturado la atención internacional. Se puede educar desde los privados a aquellos que no pueden pagarse una educación (señalan de que existe un sistema de ayuda) y que requieren experimentar “una educación alternativa”.

El Perú se acerca al Bicentenario y uno de los temas claves es la educación, pues ella iguala y potencia las oportunidades. Así como Innova, la filosofía de educar mejor ya ha tenido manifestaciones interesantes; una de ellas fue la que planteaba Constantino Carvallo, fundador de Los Reyes Rojos”. Si bien este colegio tiene un público diferente, más solvente, nos ofrece aquel nuevo paradigma, el de la autonomía. Carvallo se preocupaba por la libertad del estudiante, único influjo para generar interés en ser educado. El niño podía elegir su lectura o su actividad, y la libre determinación insuflaba inspiración. El buen maestro es un inspirador.

En su libro Diario educar reparamos, con Carvallo, en que la infraestructura es el clima; pero la sustancia no es el contenido, sino la filosofía. Ella nutre al paradigma, uno que no fuerza al estudiante sino que lo comprende y lo orienta sutilmente. En estas líneas me tomo la libertad de citar algunos fragmentos del libro de Carvallo. El maestro, nos dice, no debe ser fingidamente modélico, sino plenamente auténtico para que los estudiantes aprendan de su manifestación genuinamente humana: “Educar con el ejemplo quiere decir mostrarme, ser auténticamente yo frente a otro para que nuestra vida, nuestros éxitos y fracasos, nuestras virtudes y defectos, puedan ser tomados como ejemplo de lo que un ser humano, yo mismo, ha logrado ser. No puedo educar con el ejemplo en el sentido de pretender que mi conducta sea digna de imitarse. Por eso la virtud básica de padres y maestros es la honestidad”.

Ser auténtico, pero ser cordial: “La voz del maestro —su tono, su textura, su ritmo— dice más que las palabras mismas y abre o cierra el complicado sendero hacia el corazón del otro”. Pero Carvallo creía también que educar es inyectar fe y entusiasmo: “No podemos educar sin tener fe en el futuro, sin creer que ese niño puede ser mejor y vivir también mañana en un mundo mejor”.

La libertad que el gran educador sugería provenía de su pasión por la comprensión del otro: “Según el escritor y educador ruso León Tolstoi no debe obligarse a nada. Todo lo que el niño haga debe provenir del deseo…”. El maestro lo ignoraba, el suyo era un método, aunque era enemigo de los métodos. Pero quizás lo más importante (aquello que toda escuela debería contemplar en esta sociedad cargada de antagonismos) es la pedagogía del amor ¿Se puede enseñar a amar? Quizás sí, a través de pequeños actos. Decía que el amor, que todo lo tolera, que no sabe de ira, que olvida y perdona “es la única condición que debiera exigirse a quien dice sentir la vocación de maestro”.

Cuando comprendamos que en la filosofía de la libertad, la empatía, el amor y la comprensión del otro reside la revolución educativa, habremos dado recién un paso adelante.

Raúl Mendoza Cánepa

 
Raúl Mendoza Cánepa
05 de septiembre del 2016

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