Elizabeth Zea Marquina

Educación para una cultura de paz

Educación para una cultura de paz
Elizabeth Zea Marquina
22 de septiembre del 2017

Para desarrollar las bases morales, ideológicas y políticas

Las Naciones Unidas define a la cultura de paz como un “conjunto de valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida que rechazan la violencia y previenen los conflictos atacando a sus raíces a través del diálogo y la negociación entre los individuos, los grupos y los estados”. Suena muy bonito, en serio; pero me pregunto ¿cuántos países han alcanzado realmente la paz? Y la respuesta es evidente, ninguno.

¿Por qué el objetivo de vivir en paz es el más difícil de alcanzar? ¿Por qué creemos que lograr la paz es más una cuestión voluntaria que un deber ciudadano? ¿Somos conscientes de que lograr una cultura de paz es el principal compromiso democrático, tanto de la sociedad como del Estado?

Sin paz no hay democracia, así de sencillo; y no es simple retórica. La democracia —entendida como un régimen político en el que el estado de derecho rige las conductas y relaciones de una sociedad civil organizada, participativa y solidaria— requiere de la presencia de un Estado fortalecido en su institucionalidad y competencias, que garantice el ejercicio de los derechos y libertades de una ciudadanía responsable. Este ensamblaje perfecto que significa la democracia, solo puede lograrse a través de una cultura forjada en el respeto a los demás y a nuestro entorno, la tolerancia y el ejercicio pleno de los derechos fundamentales. Eso es la paz.

La cultura de paz se desarrolla a través de una ciudadanía consciente de sus deberes y derechos, y que participa en forma responsable de la vida política de su país con miras a la construcción de un Estado al servicio de los demás y promotor del desarrollo. La consolidación de la cultura de paz solo se logra a través de una ciudadanía que tenga garantizado su acceso a una educación de calidad.

Desarrollando la línea de pensamiento del educador Santos Guerra, refiriéndose a la importancia de la educación para el fomento de una cultura de paz, es necesario que el sistema educativo desarrolle las tres visiones de la educación: 1) Como un fenómeno moral; es decir, que preste atención al discurso y construcción de los valores que se plasman en las prácticas educativas; 2) Como un fenómeno ideológico; es decir, en función a los conocimientos adquiridos al servicio de la sociedad; 3) Como un fenómeno político, pues a través de un servicio educativo equitativo y accesible lograremos mejorar la calidad de vida de la sociedad.

La educación de calidad puede garantizar una convivencia social basada en principios de justicia social, igualdad, pluralismo, integración, solidaridad y seguridad. El Estado peruano contribuye al fomento de la cultura de paz a través de las políticas públicas educativas, equitativas y sostenibles en el tiempo.

Las políticas públicas en educación deben entrar en una etapa de fortalecimiento de sus estrategias, y apunar a la formación cívica de educandos responsables con su entorno, que sepan de su historia y procedencia cultural, y de sus deberes ciudadanos. Debe emprender una etapa de sensibilización en derechos humanos, de fomento de valores cívicos. Que la transversalidad de los principios que rigen la educación sea palpable en una ciudadanía capaz de resolver los conflictos mediante el diálogo alturado y con iniciativas de cambio por el bien del país.

Elizabeth Zea Marquina

 
Elizabeth Zea Marquina
22 de septiembre del 2017

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