Editando genes

Herramienta que marca un hito en la biotecnología

La microbiología no tiene límites y no deja de sorprender con cada nueva terapia que es posible gracias a su estudio. El mundo se sorprendió con la idea de trasplantes fecales para luchar contra la enfermedad de Crohn. Así mismo, las bacterias predatorias, con un pizca más de investigación, se presentan como la ansiada alternativa al uso de antibióticos. La fitorremediación, como herramienta para "limpiar" el medio ambiente, es ampliamente investigado por mineras. Y este mes la anunciada noticia empapelaba todos las revistas científicas: Científicos chinos conducirán el primer ensayo clínico, en pacientes con cáncer de pulmón, con el gen capaz de editar genes. Esta modalidad de edición de genes fue vista por primera vez en la bacteria super mainstream Escherichia coli.

El sistema en cuestión se llama CRISPR-Cas9, y este está formado una enzima endonucleasa llamada Cas9 y una ARN guía. ¿Por qué es importante intentar pronunciar CRISPR? ¿Por qué te debe de importar esto? Porque este sistema de edición de genes permite que el ARN guía se pueda unir a una región específica de ADN y dirija a la endonucleasa a cortar un segmento específico del ADN. La célula intentará reparar ese daño e insertará bases al azar, lo cual produce una mutación y podría silenciar el gen.

Uno de los problemas era que este ARN guía podría unirse inespecíficamente a otras regiones de DNA. Ahora la nueva técnica de edición de genes, en lugar de cortar y esperar que ocurra una mutación, hace algo mucho más inteligente: modifica una sola base. Y así, con esta tecnología simple y barata, de un tijeretazo molecular eliminas una enfermedad. Las implicaciones de esta herramienta genética son evidentes e inagotables.

Lo primero que se nos puede venir a la mente es aquella enfermedad tan terrible y tan fortuita llamada cáncer, que afecta ovarios, pulmones, tiroides, testículos, huesos, cerebro y cualquier otra parte de tu anatomía que puedas señalar. Existen, sin embargo, muchas más enfermedades en las que una sola base de ADN ha mutado; entre ellas están la anemia falciforme, la fibrosis quística y el Alzheimer.

La polémica llega por el lado ético y por varios motivos. El primero es que esta tecnología resulta tan sencilla que cualquier persona no calificada podría experimentar con ella sin tener en cuenta los riesgos de liberar ciertas modificaciones al medio ambiente.

El segundo es porque esta edición se podría dar en embriones lo cual haría posible ordenar un bebé a la carta. Con esto nos referimos a no solo editar en el embrión las mutaciones en genes responsables de enfermedades, sino que podrían editarse también cosas más superficiales como el color de los ojos, la estatura, musculatura.Los investigadores piensan que esta tecnología de bebés de diseño estaría tan solo al alcance de la gente que pueda pagar por el servicio, lo cual crearía una élite de humanos "perfectos". Debo reconocer que cuando leí esto no pude evitar pensar en los X-men y la hermandad de los mutantes. Parece que algunos científicos han leído demasiados comics apocalípticos.

El tercer motivo viene por el lado de los organismos genéticamente modificados (GMO). La herramienta de edición no está introduciendo material genético extraño, por lo cual una mazorca editada no cae dentro de las técnicas de modificación de organismos; por lo tanto, estos alimentos no tendrían por qué llevar una etiqueta explicando su procedencia. Yo personalmente no veo el problema que tienen algunos activistas con la biotecnología y la potencialidad de disminuir la desnutrición, mejorar la tolerancia de plantas a la sequía, aumentar el porcentaje de germinación, erradicar las enfermedades que destruyen una cosecha, entre otros maravillas. Pero bueno, cada loco con su tema.

Considero que esta tecnología no va a poder ser detenida por nadie, porque ya se están escuchando los pasos de los ensayos clínicos. Las discusiones éticas se tienen que dar entre los biotecnólogos, genetistas, biólogos moleculares, microbiólogos y virólogos, entre otros conocedores de la materia. No se puede permitir que una vez más —como ocurrió con los GMO— un grupo de activistas antiprogreso y antintelecto petardeen la ciencia con sus pregones de cataclismo ecológico. Esta es sin duda una herramienta que marca un antes y un después en la biotecnología. Aguardemos pacientemente lo que los ensayos clínicos deparan.

Rocío Valverde