Juan Sheput

Duberlí Rodríguez, el Poder Judicial y la lucha contra la corrupción

Duberlí Rodríguez, el Poder Judicial y la lucha contra la corrupción
Juan Sheput
20 de abril del 2017

Las inoportunas declaraciones del presidente del Poder Judicial

A veces los jueces olvidan que son actores políticos. Sus decisiones, al afectar o beneficiar a la población, se inscriben entre los atributos de la política. Es por eso que deben ser cuidadosos, más aún cuando, como sucede en nuestro país, son el eje de la lucha contra un sistema de corrupción como el recientemente descubierto con las investigaciones a diversas empresas brasileñas.

Parece que eso olvidó el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, y un torrente de locuacidad lo llevó, seguramente por un ímpetu jurídico, a dar un conjunto de declaraciones —que se remontan a febrero de este año— que benefician a la investigada por corrupción Nadine Heredia. Ello ha generado rechazo en la opinión pública por una sencilla razón: la sociedad está muy susceptible por las evidencias de corrupción que existen en nuestro país.

El presidente del Poder Judicial ha debido a actuar con mayor discreción. Y en el colmo de su mala suerte, luego de declarar el último fin de semana favorablemente a Nadine Heredia, la Corte Suprema de Apelaciones le permite salir del país a la esposa del ex presidente Humala. A ella y todos sus allegados, todos involucrados en delitos de corrupción. A los jueces no les importó que la señora Heredia haya mentido sistemáticamente en relación a las agendas y atacado a los técnicos encargados de las pruebas respecto a su letra. No. Fue suficiente con un alegato y la “buena conducta” de unos cuantos meses para revocar el mandato de impedimento del país. ¿Tiene responsabilidad jurídica en esto el Dr. Duberlí Rodríguez? No. Pero sí tiene responsabilidad como actor actor político, como hemos señalado, pues genera la percepción de un Poder Judicial al servicio de los Humala.

Creo, sin embargo, que esta figura es injusta. Lo hecho por unos jueces no convierte al Poder Judicial en corrupto ni a Duberlí Rodríguez en agente de Nadine. Pero sí lo debe llevar a reflexionar sobre el impacto de sus declaraciones y la consecuencia de sus actos. Tanto a él como a Pablo Sánchez (Fiscal Supremo) y a Luz Salgado (presidenta del Congreso) les ha tocado vivir un momento muy complejo, saturado de denuncias e investigaciones, que va a cambiar el mapa político del país sin ninguna duda. Por ello se debe actuar en consecuencia, interiorizando el hecho de la responsabilidad que se debe tener en declarar y en juzgar. El Dr. Rodríguez debería ver el desempeño del fiscal Pablo Sánchez y de la presidenta del Congreso Luz Salgado, y asumir las buenas prácticas de estos últimos.

Mientras tanto estemos atentos. Los corruptos siempre disponen de fondos, buenas defensas legales y artillería mediática. La sociedad en su conjunto juega un valioso papel en la lucha contra la corrupción. Veremos cómo se desenvuelven los poderes del Estado en casos emblemáticos como el del Callao, las constructoras brasileñas y otros actos deleznables que nos están afectando.

Juan Sheput

Juan Sheput
20 de abril del 2017

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