Dos votantes reflexionan

Una ficción sobre dos visiones antagónicas

Yaira

Mi nombre es Yaira. Soy de Ayabaca, una de las provincias más pobres de Piura, en la frontera con el Ecuador. Hace tres años vine a la capital de mi región para estudiar en el instituto. Mis papás, que no completaron el colegio, se sacan la mugre para que yo pueda estudiar. Aunque me las arreglo para no pedirles tanto, cuidando a los hijos de unos señores Seminario los fines de semana.

Es la primera vez que voy a votar. Voy a votar por la China. Ella es mujer y joven como yo. Además no se le ve millonaria y me da energías escucharla. Mis papás dicen que cuando el papá de Keiko era presidente se derrotó al terrorismo y se acabó con la inflación. Dicen que el Perú se arregló con él. Porque en los años ochenta, cuando yo todavía no había nacido, todo subía de precio y no había qué comer. Además, en muchas partes del país gobernaba el Sendero o los tupacamarus, que hicieron el secuestro ese de la Embajada del Japón. Mi papá dice que un grupo de comandos, que le dicen Chavín de Huantar, liberó a los rehenes. Y ahora hay algunos que odian a los Fujimori y que hasta han hecho que les paguen una indemnización a los familiares de los terrucos.

Yo creo que a la China son los ricos los que la odian. Y unos estudiantes de Lima que odian a Keiko y que bien vestiditos se les ve hablar de Derechos Humanos. Ellos siempre han comido caliente. No saben los que es la pobreza que el chino supo combatir. Ellos son como el señor PPK, que se nota que siempre fue rico.

 

Lucía

Mi nombre es Lucía. He podido estudiar en la Católica gracias al esfuerzo de mis padres. Ellos viven en Pueblo Libre y han trabajado duro para sacarnos adelante a mis dos hermanos y a mí. Mi madre ha trabajado toda su vida en el Estado, en el Ministerio de Energía y Minas. Mi papá es abogado. Él ahora trabaja en la Telefónica, en Recursos Humanos. Yo trabajo en una ONG que defiende el medio ambiente. Nos focalizamos en la promoción del reciclaje. Es la segunda vez que voto. La primera fue para las elecciones municipales.

 

Odio a Fujimori. Como dice Vargas Llosa, la de los noventa ha sido la dictadura más sanguinaria de la historia del Perú. He visto videos en los que aparece Vladimiro Montesinos coimeando a Congresistas y periodistas. El sometió a las Fuerzas Armadas y al Poder Judicial. Y Fujimori lo mantuvo siempre en el poder. Hasta hizo una entrevista arreglada, los dos vestidos igualitos en la salita del SIN. Además él no venció al terrorismo, sino que lo convirtió en narcotráfico. Y los militares fujimoristas fueron tan crueles como los senderistas. Por lo demás, el modelo neoliberal fue solo en beneficio de los más ricos, no de los pobres del Perú.

Este 5 de junio voy a votar por PPK. El peligro de regresar a la dictadura me aterra. No sé qué puede pasar con la ONG que trabajo, porque Keiko es además enemiga del medio ambiente. Y ahora es evidente que con ella tendremos un narcoestado. Por eso le digo no a Keiko.

 

Epílogo

La encuesta de Ipsos del domingo muestra una impresionante segmentación del voto. Por Keiko votan mayoritariamente los pobres (D y E). Por PPK vota abrumadoramente el A y B, y con menos margen gana en el C. Y la mayoría de peruanos es aun D y E. Además por Keiko votan muchas más mujeres. Cuestión de género…

Como dice la canción: “todo es según el color del cristal con que se mire”. Hay que leer la interpretación desapasionada de Hugo Neira. Algo nuevo está pasando en el Perú. Hoy, por ejemplo, vemos que la izquierda se agrupa con las clases altas. Y los pobres son de derecha.

 

Daniel Córdova