Rocío Valverde

¿Dónde estás?

Racismo, exclusión social, pobreza y extremismo

¿Dónde estás?
Rocío Valverde
27 de marzo del 2017

Racismo, exclusión social, pobreza y extremismo

“¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado en Londres?” El mensaje que esperaba en la sombra llegó el miércoles, y fue así como la mayoría nos enteramos de que había ocurrido un ataque terrorista en suelo británico.

Sabíamos que esto iba a ocurrir, se sentía siempre el nerviosismo, los policías en las calles se habían multiplicado en el último año. Muchas personas —como yo— evitaban desde hace meses ir por calles abarrotadas de gente, calles en las que algún desequilibrado podría cometer una carnicería parecida a la de Niza.

La calle Oxford, el barrio chino, la zona del London Eye y, por supuesto, Westminster están siempre rebosando de turistas. Cuando mi madre vino este verano la llevamos por esa ruta turística y cruzamos por ese mismo puente de Westminster. Le hice una foto a mi madre con el Big Ben y, de fondo, el clásico autobús de dos pisos. Pero tan pronto el flash se apagaba la apresuraba y arreaba diciendo: “Mamá, vámonos que hay demasiada gente.”

Volver a casa fue difícil. Los trenes —como imaginarán— iban retrasados, el silencio era más sepulcral que de costumbre y solo era cortado de rato en rato por una tos seca. Veinte minutos pasaron hasta llegar a la estación de destino. Veinte minutos pensando en llegar a casa. Minutos eternos que pasé recordando a todos los amigos a los que había llevado a ese puente.

Días después de la tragedia comencé a recibir curiosos mensajes de amigos. Muchos saben que estudié y viví en Birmingham, ciudad donde ahora se sabe creció el terrorista. Cuando esta información se dio a conocer no me sorprendí en lo absoluto. Creo que todos, incluida la policía, sabemos que el terrorista probablemente había salido de algún barrio de Londres, ya sea Luton, Hounslow, Slough o Birmingham.

¿Por qué no me sorprendió a mí que el terrorista sea oriundo de Birmingham? Cuando llegué a Birmingham por primera vez me dirigí al centro a buscar una nueva batería para la laptop. Iba andando tranquilamente por una calle secundaria, seducida por el aroma a café que inundaba la acera, cuando de repente escuché una grave voz que se hacía más agresiva cuanto más me acercaba a la calle principal. Un hombre gritaba que éramos todos unos pecadores y que en nombre de Jesús... en ese momento me desconecté. Pensé en que era un pobre loquillo y que seguramente la policía ya estaría en camino para decirle que estaba perturbando el orden público. Con el paso del tiempo me di cuenta de que esto era lo usual, que en Birmingham era considerado normal tener a dos “predicadores”, uno musulmán y otro cristiano, gritándole a la gente que iban a ir al infierno y dando muestras gratis de sus libros.

Un buen día caminando por esa misma calle, de la mano de mi esposo, el hombrecillo que portaba un largo vestido comenzó a gritarnos específicamente a nosotros que iríamos al infierno. Le dijo a mi esposo que yo lo engañaría, lo dejaría, y más cosas que no recuerdo. Los dos nos reímos, le dimos la espalda y seguimos andando. Este acoso callejero es tan cotidiano que nadie se inmuta negativamente ante ello.

¿No les parece que esto es denunciable? Pues meses después nos enteraríamos por los periódicos que este mismo hombrecillo había insultado a una mujer por usar jeans pitillo. La agraviada lo denunció con un policía, pero no pudo hacer nada en ese momento porque la comunidad se puso del lado del predicador del odio, luego de que este sacara su as bajo la manga: racismo.

Y este es el problema. ¿El racismo contra musulmanes es evidente? Sí, creo que la comunidad musulmana es en su mayoría víctima del perfil racial. ¿Los musulmanes denuncian hechos de radicalismo dentro de su comunidad? Lamentablemente no lo suficiente, y esta es la queja de la mayoría de ciudadanos.

El racismo, la exclusión social, la pobreza y el extremismo están profundamente relacionados. El mismo día del ataque terrorista los líderes de la comunidad musulmana de Londres han reconocido que se necesita tener una conversación más abierta sobre el tema del radicalismo dentro de la comunidad musulmana. Ya es hora.

Rocío Valverde

Rocío Valverde
27 de marzo del 2017

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