Giacomo Ugarelli

“Disculpas, me equivoqué” ¿Lo que le falta decir a PPK?

“Disculpas, me equivoqué” ¿Lo que le falta decir a PPK?
Giacomo Ugarelli
26 de octubre del 2016

Las disculpas son imprescindibles cuando el pueblo se siente ofendido

A casi tres meses de que Pedro Pablo Kuczynski asumiera la presidencia, ha salido a la luz un primer gran problema. El escándalo surgido hace unas semanas con uno de sus asesores ha afectado su popularidad, según diversas fuentes, haciéndola caer del 69% en septiembre a 61% en octubre. En otras palabras, PPK ha sufrido su primer free-fall como presidente. Sin duda, el Perú tiene en estos momentos un presidente muy capaz, de lo mejor que se puede esperar en la región. Como respuesta al escándalo, PPK propuso cinco medidas urgentes para combatir la corrupción. Son acciones que van en la dirección correcta. PPK, como cualquier otro ser humano, se puede equivocar. Es importante reflexionar, rectificar y, sobretodo, no escatimar al pedir disculpas cuando el pueblo se sienta ofendido.

John F. Kennedy, ex presidente norteamericano (1961-1963), es hasta hoy el jefe de Estado de ese país que cuenta con la mayor aprobación ciudadana de la historia. Con una aprobación de 70.1%, supera a otros íconos de la política estadounidense como Reagan (52.8%), Clinton (55.1%) y Obama (57%). En su administración JFK no fue perfecto. En un fallo gravísimo, autorizó la invasión de la Bahía de Cochinos, una operación que terminó en desastre; humillación americana en plena guerra fría, y una victoria para Fidel Castro. A los pocos días, y viendo su posición sumamente afectada, Kennedy decidió convocar una rueda de prensa, admitió su error y expresó sus disculpas al pueblo norteamericano. Casi inmediatamente, las encuestas reflejaron que su aprobación había subido enormemente.  

Cruzando el charco y llegando a España, una noticia que afectó a la Corona fue lo ocurrido con el rey emérito don Juan Carlos. En el 2012, en plena crisis económica, salió a la luz el costoso y “frívolo” viaje del monarca a un safari en Botsuana. Muchos políticos aprovecharon la ocasión para criticar a la monarquía española, con frases como “falta de ética” o “abdicación”. Los periódicos también fueron críticos, la mayoría utilizando en sus portadas la foto de Don Juan Carlos junto a un elefante abatido. En el hospital, mientras se recuperaba de su lesión en la cadera, fruto del viaje a África, su entorno más cercano le recomendó no quedarse en silencio. El día que le dieron el alta, el rey dijo ante las cámaras "lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir".

Parece que esas disculpas honestas tuvieron un gran efecto en la opinión pública española. La gran mayoría de los medios de comunicación reconocieron la hidalguía del rey. A pesar de que por un lado las críticas siguiesen siendo fuente de energía en las redes sociales, en casi toda España se apreció positivamente aquello que decían los titulares: “gesto que le honra", "disculpa real", "actitud ejemplar", etc.

Es claro que los ejemplos señalados son objetivamente de magnitudes diferentes a lo que se enfrenta PPK. Sin embargo, la cercanía con el pueblo se da con gestos de esta naturaleza. Los ciudadanos no piensan que sus líderes sean perfectos; pero si esperan de ellos, además de la rectificación, unas disculpas cuando se equivocan. Es lo políticamente correcto y ayuda a pasar página.

 

Giacomo Ugarelli, MSc International Public Policy - University College London, profesor de Análisis Internacional UPC

 
Giacomo Ugarelli
26 de octubre del 2016

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