Iván Arenas

Después de la derrota

Después de la derrota
Iván Arenas
01 de abril del 2015

¿Qué escenario político podría plantearse el gobierno tras caída del Gabinete?     

La soberbia también es pecado de los pequeños. No ha sido fácil para el gobierno conyugal aceptar la censura. Sobre todo viniendo de un Congreso tan opaco y desgastado como este. Pero, valgan verdades, ya lo tenían planificado. Ana Jara pagaba el peaje de los últimos movimientos del gobierno, incluidos los seguimientos de la DINI y la insoportable desfachatez del caso Belaúnde Lossio. Antes de su llegada al cadalso, la ex premier denunciaba la “injusticia” de la censura. Luego diría que era un “honor” para ella ser censurada. Ojo, Celia Anicama, “la robacable” congresista por Ica, votó a favor.

Si algo quería enmendarle la oposición al gobierno con una censura debió hacerlo cuando se interpeló al exministro de Energia y Minas Eleodoro Mayorga, no ahora. El PPC, a veces tan pusilánime y otras tan valiente, votó a favor de la censura. Se dio cuenta que, al fin y al cabo, la democracia necesita unas veces de balances y otras de choques. Pero, como decíamos, el gobierno de HH (Humala-Heredia) tenía entre la baraja una posible censura. ¿Qué viene ahora?

Ana Jara tiene una imagen ganada. Es el mejor cuadro concertador del gobierno, pero su destino estaba cantado. Fue el chivo expiatorio de Nadine. Con su caída se cierra un ciclo trajinado de esquizofrenia gubernamental. Por un lado se intentaba abrir llaves, llegar a acuerdos, llamar al diálogo. Y por otro lado los escándalos y las mecidas del gobierno mellaron el amago de paz. Así se abre un nuevo ciclo de confrontaciones desde el ejecutivo con la oposición fijando lugares para las elecciones del 2016.

En todo caso el futuro de Ana Jara recién empieza. Su gestión no fue tan mala y eso es un mérito en este gobierno. Que deje el cargo ahora la podría perfilar como la posible candidata del nacionalismo y evitar así su desgaste al frente a una PCM que le pesaba. Ahora podrá correr tranquila, si su deseo es ser la sucesora de Humala.

¿Quién podría reemplazarla? Muchos han pensado en un “halcón” como Daniel Urresti, lo cual sería una declaratoria de guerra a la oposición que desgastaría al gobierno, escenario poco probable si quiere evitar una debacle en las presidenciales. Además, Urresti quedaría descartado como posible carta. Solo un concertador, una “paloma” con capacidad de diálogo, mejoraría las relaciones oposición/gobierno. Una reedición de Ana Jara.

El próximo PCM no debe tener hambre de gloria. Una gestión calculada mermaría la capacidad de concertar. Si algo sirve de ejemplo es que el premierato no debe ser rampa para una posible candidatura. Un invitado podría ser la solución. Pero este gobierno no trata bien a sus invitados sabiendo que Nadine ejerce el poder de manera omnímoda. Podría haber un invitado con capacidad de aguantar los errores de Humala pero no para ser portapliegos de la presidente a la sombra.

Lo que queda claro es que el humalismo no necesita un PCM que le mejore la cara de su gestión sino una reingeniería de sus objetivos, y eso no se soluciona trayendo al mejor malabarista.

Por Iván Arenas
01 - Abr - 2015  

Iván Arenas
01 de abril del 2015

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