Desde lejos

Peruanos que quieren colaborar con sus compatriotas en problemas

Perú, te miro desde lejos. Desde lejos la impotencia es mayor. Desde lejos nos sentimos más inútiles. Desde lejos solo el eco responde a nuestras preguntas. ¿Cómo ayudar? ¿Cómo transportarnos por unos días? ¿Cómo donar? ¿Qué organizaciones no gubernamentales latinoamericanas nos pueden apoyar? ¿A quién contactar? ¿A la embajada? ¿Al consulado? ¿Existe una relación de empresas de capital peruano o latinoamericano en este país? Encontré que la información me era esquiva.

En mi mente resonaba ese discurso sazonado que escuché a un empresario argentino que iba en el tren de Oxford a Londres: ¡Trae ese barco con fruta porque ya nos hemos comprometido! “¡Eureka! Por supuesto. Aquí llegan paltas de chile, mangos brasileños, arándanos argentinos, espárragos peruanos. Estos empresarios podrían echar una mano”. Así estaba mi mente trabajando a mil por hora hasta que decidí volver mis ánimos a las entidades del gobierno. La bendita embajada y el consulado.

Por primera vez en mucho tiempo puedo decir algo bueno de la Cancillería. La mayoría de embajadas han publicado mensajes en sus cuentas de Facebook informando que el día lunes van a facilitar la información sobre cómo los peruanos en el extranjero podemos ayudar al país. Los consulados van a proporcionar un número de cuenta bancaria donde podremos realizar donaciones; de la misma forma estarán organizando eventos de recaudación de fondos en las próximas semanas.

Imagino que la logística de abrir una cuenta bancaria y organizar actividades de apoyo debe tomar un tiempo, pero eso de semanas traten de acortarlo a días. La situación actual también ha especulado con el precio de nuestra paciencia y el gramo está por las nubes. Deseo de todo corazón que sea así, pero le pido al universo que entiendan que el Perú ha sufrido un alud de corrupción que ha enlodado la buena fe de las personas. El peruano se ha vuelto un fiscalizador compulsivo; el peruano dona, pero entre dientes dice: ojalá llegue.

Este es un momento histórico para regenerar la confianza en las autoridades. ¡Por favor no vayan a meter la pata sin querer queriendo! Miren lo enfangados que están los anteriores gobiernos y aprendan de sus errores. No queremos que aprendan con sangre que se debe elegir bien a las personas en las que confían. Y que quizás, solo quizás, era verdad eso de “es mi amigo, pero yo no sabía nada”.

Somos miles los que requintamos por la pésima atención brindada por los consulados en los últimos años, pero también somos miles los que nos tragaríamos nuestras diferencias por el bien mayor. Personalmente estoy dispuesta a recordar mi época escolar y salir a recolectar dinero en lata una vez más. Dono mis números de teléfono, mi tiempo y mis ganas, pero les toca a ustedes organizar a la comunidad. Así como enviaron mensajes de texto y nos enviaron cartas para recordarnos que éramos miembros de mesa, de la misma forma pueden enviar un mensaje informativo, convocar una reunión, etc.

¿Cuánto creen que podríamos recolectar en nuestros centros de trabajo? ¿Cuándo se puede conseguir haciendo venta de baking goods, que es un ejemplo clásico de caridad en Inglaterra? ¿Podrían colaborar la serie de bares y restaurantes peruanos en Londres? ¿Podemos conseguir una licencia de que nos permita hacer todo esto?

Embajadas y consulado, me había comprometido a llevar alfajores el día lunes al trabajo. Esperaré hasta el martes para enharinarme hasta el cuello para poder pegarle a la bandeja de alfajores el número de cuenta para los damnificados ¡Todo cuenta! ¡Nada es permanente! ¡Ayúdennos a ayudar desde lejos!

Rocío Valverde