Carlos Arnillas Denegri

Desconfianza en la ONPE

Graves denuncias en torno a recientes procesos electorales

Desconfianza en la ONPE
Carlos Arnillas Denegri
05 de julio del 2018

 

La denuncia formulada por Susana Guerrero, ex asesora legal de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), sobre la inscripción irregular de Perú Podemos, fuera del horario de atención y con planillas en blanco, ha destapado una serie de anomalías que constituyen un grave peligro para la realización de los comicios electorales de octubre próximo. Y es que la clave en una institución como la ONPE es la confianza, la seguridad de transparencia en la ejecución de los procesos electorales a su cargo y la garantía de que la voluntad popular se imponga en la elección de las autoridades.

Aunque esta denuncia le costó el puesto, el valiente accionar de esta funcionaria ha permitido que el Consejo Nacional de la Magistratura inicie un proceso disciplinario contra el Jefe de la ONPE, Adolfo Castillo Meza, quien debió ser separado del cargo mientras duren las investigaciones sobre las irregularidades detectadas en la ONPE. Al parecer, estas irregularidades serían solo la punta del iceberg de muchas y desagradables sorpresas que saldrán a luz en los próximos días.

Las sombras en la elección de Adolfo Castillo Meza como titular de la ONPE aumentan al haberse comprobado que obtuvo las más bajas calificaciones entre cinco postulantes. Además mintió en su hoja de vida, ya que no es doctor ni tiene maestría en Física; solo es bachiller y sin ninguna experiencia en procesos electorales ni en la administración pública. A diferencia de sus contrincantes que ostentan mayor trayectoria profesional. Allí, extrañamente, recibió una “ayudita” del Consejo Nacional de la Magistratura, gran responsable de lo que viene sucediendo en esa institución, y que también —en algún momento— deberá rendir cuentas ante la opinión pública.

Se ha comprobado, además, que varios ex funcionarios del fujimorato, implicados en la falsificación de firmas junto a Oscar Medelius y Vladimiro Montesinos, siguen teniendo poder en la ONPE, al haber sido nombrados como gerentes y asesores de Adolfo Castillo. Algunos de ellos están vinculados al ex congresista José Luna Gálvez, como es el caso de José Cavassa, Fernando Obregón Mansilla y Oscar Nieves, sindicados por la ex asesora Susana Guerrero como los gestores de la fraudulenta inscripción de Perú Podemos.

Frente a la dudosa imparcialidad del Consejo Nacional de la Magistratura, deberían pronunciarse el Jurado Nacional de Elecciones, el Ministerio Público, el Poder Judicial y hasta el propio Congreso de la República. E intervenir, si fuera necesario, para que el Sr. Castillo Meza sea separado del cargo mientras se esclarecen las denuncias sobre el irregular funcionamiento de la institución que preside. Y que hoy se encuentra en problemas, a pocos meses de las elecciones regionales y municipales.

Lamentablemente no solo la ONPE viene funcionando mal. La ley electoral es imprecisa y permite que los 113,000 candidatos a cargos regionales y municipales, si lo desean, pueden sacarle la vuelta a las normas legales. Nada impide a un exalcalde volver a postular como teniente alcalde o regidor. Tampoco se ha tachado a los exfuncionarios procesados o sentenciados por lavado de activos, peculado, incumplimiento de pensiones alimenticias, etc. Tampoco existe impedimento para que los hijos, esposas o amantes de los ex gobernantes puedan postular a los máximos cargos, como si tratara de una monarquía dinástica.

Solo en Lima hay 91 candidatos con fallos condenatorios; es decir, seguimos manteniendo las mismas reglas de juego para que los “corruptos y aventureros” de la política sigan aspirando a representarnos en cargos públicos. De los 18 movimientos políticos inscritos en Lima, solo dos han cumplido con publicar las hojas de vida de sus candidatos, a pesar de que el plazo de inscripciones venció el pasado 19 de junio.

Urge, pues, que en beneficio de la transparencia y el respeto a la democracia, las autoridades competentes tomen medidas inmediatas. No solo para alejar al Jefe de la ONPE, sino para iniciar una acción penal contra todos aquellos funcionarios que se han prestado a maniobras fraudulentas. Es fundamental alejar por siempre a los fantasmas que hoy hacen sentir su poder siniestro dentro de la organización electoral. El país ya no quiere más anforazos ni huanucazos, como los practicó el fujimorato, bajo la batuta de Vladimiro Montesinos.

 

Carlos Arnillas Denegri
05 de julio del 2018

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