Derecha: ¡a ponerse las pilas!

Debe proponer un nuevo modelo de Estado, más eficiente y cercano a la población

El resultado de la primera vuelta fue peculiar y positivo para el país. Tanto en el Congreso como en el Ejecutivo se impuso la derecha. Por un pelo nos salvamos de que un partido con ideas estatistas radicales nos mantenga en vilo por dos largos meses con la amenaza de ganar las elecciones. En materia estrictamente económica, se puede decir que las elecciones terminaron, pues está asegurada la continuidad del modelo económico por cinco años más. El siguiente gobierno tendrá la urgente tarea de demostrarle a la población, sobre todo a la más desatendida, que el libre mercado es también el camino legítimo para el desarrollo integral. Sobre esto, es necesario tomar en cuenta algunas consideraciones.

Es necesario notar que por tercera elección consecutiva las regiones de Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Puno, Moquegua, Tacna y Cajamarca (regiones eminentemente mineras) apostaron nuevamente por un partido político que propone un cambio radical de modelo económico. Esta manifestación social puede ser razonable hasta cierto punto, puesto que algunas de estas regiones tienen las tasas de pobreza más altas del país. Por ello, resulta necesario que el siguiente gobierno, ya sea liderado por Keiko o PPK, logre extender los beneficios de la libertad económica a esas regiones. Los ciudadanos de esas localidades tienen que sentirse partícipes del crecimiento del país, y no meros espectadores.

Por otro lado, los encargados de manejar las políticas económicas del siguiente gobierno tendrán que ser muy diestros, puesto que el panorama global no es muy favorable. El crecimiento de nuestros principales socios, China y Estados Unidos, presenta signos de un enfriamiento lento pero continuo. Por ello, es necesario definir e impulsar consistentemente los sectores productivos que tienen la capacidad de ser nuestros motores económicos durante los siguientes años.

Indiscutiblemente, uno de esos sectores es el de infraestructura de uso público, el cual ha sufrido un frenazo en la etapa final de la gestión de Humala. Proyectos importantes como la Línea 2 del Metropolitano, el Gaseoducto del Sur y Talara, entre otros, se han aletargado. Es necesario acelerar y culminar estos proyectos, y también fomentar la concesión de otros en cartera, puesto que el desarrollo de este sector tiene beneficios de corto y largo plazo: activa el mercado laboral durante la ejecución de las obras e incrementa la productividad en el mediano y largo plazo.

La derecha ya ganó. Ahora, le toca demostrar que tiene la capacidad de proponer un nuevo modelo de Estado, más cercano a la población, eficiente, transparente; un Estado que se pone las botas y sale al campo, que no se queda en la capital. Este reto es ineludible. De lo contrario, se creará un espacio para que alguien como Mendoza, o ella misma, gane protagonismo durante estos cinco años y vuelva a ser una “opción” en las próximas elecciones. Derecha: a ponerse las pilas.

Juan José García