Franco Germaná Inga

Déja vu: “implementarán grilletes electrónicos”

Déja vu: “implementarán grilletes electrónicos”
Franco Germaná Inga
11 de octubre del 2016

Breve crónica de una mecedera de mal gusto.

¿Qué es peor: la incompetencia de nuestras autoridades, su desinterés por resolver los problemas nacionales o que tengamos buenas autoridades pero un sistema podrido? Esta es una pregunta muy difícil y cada persona puede tener una respuesta diferente. Sin embargo, todas concordarán en que cualquier respuesta resulta decepcionante porque revela que a veces el Estado simplemente no le cumple a su población.

Uno de los ejemplos paradigmáticos que ilustran, de manera general, este asunto es el fracaso del Estado peruano en garantizar la seguridad ciudadana. Asimismo, siendo específicos, su fracaso en implementar los grilletes electrónicos para deshacinar las cárceles, lo que permitiría reducir la población penitenciaria para que esta pueda ser mejor controlada y así evitar, en algo, que ellos vivan como reyes en sus palacios.

Hace un par de días leí una nota titulada “Proyecto de los grilletes se implementará en próximos siete meses” (El Comercio, 9 de octubre 2016). En ella se señalaba que la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, había anunciado que los grilletes se implementarán con “correctivos y soluciones legales” en los próximos siete meses. Luego de leer esa nota sentí que había tenido un déjà vu, que ya había vivido ese momento… pero no, siento decepcionar a los esotéricos, no había experimentado nada sobrenatural.

Google me sacó de las dudas porque me hizo recordar que no es la primera vez que se anuncia que se implementará esta medida. Quizá lo único sobrenatural de este caso es la cantidad de burocracia que ha frenado dicho proceso; burocracia que es maquillada con términos más técnicos, como “correctivos y soluciones legales”. Múltiples veces ya se han publicado notas periodísticas como: “¿Desde cuándo se usarán grilletes electrónicos en el Perú?” (El Comercio, 5 de julio 2014), la cual señalaba que sería desde 2015; “Grilletes electrónicos serán usados desde mayo en Lima y Callao” (El Comercio, 21 de enero 2016), que señalaba que sería desde mayo de este año; “Grilletes electrónicos para 5,000l presos se aplicarán desde junio” (Diario Correo, 18 de abril 2016), que señalaba que sería desde junio de este año; o mi favorita, “Ministro de Justicia confía en implementación de grilletes electrónicos en plazo razonable” (Andina.com.pe, 22 de enero 2016), que citaba al ex ministro de Justicia del anterior gobierno, Aldo Vásquez, decir —cuando estaba en funciones— que él “confía” en que un “plazo razonable” se implementará el sistema de grilletes electrónicos en el Perú.

No me importa en lo que el ex ministro haya confiado, la realidad es que se hicieron muchos anuncios y no pasó nada; mucha palabra, cero acción de nuestros políticos. No obstante, antes de dirigir todas las críticas hacia ellos, es bueno saber que además de la probable incompetencia y desinterés de las autoridades, también existe otro problema: la lentitud del Estado para ciertos procesos. Por ejemplo, RPP publicó una nota de lo más reveladora, titulada “Empresa que brindará grilletes electrónicos tiene problemas con el Estado” (22 de abril 2016). En ella, se narra básicamente cómo una empresa logra el contrato para la implementación de los grilletes electrónicos; a pesar de haber incumplido con el cronograma para implementar los bloqueadores de celulares en las cárceles. Sin embargo, eso no es lo peor; lo más lamentable es leer cómo se mecen las propias instituciones del Estado: el INPE, el Ministerio de Justicia y PROINVERSIÓN, se “pinponeaban” la responsabilidad. Sinceramente, para llorar.

Para responder a la pregunta inicial de esta columna, recordemos que la función básica del Estado es garantizar la seguridad de su gente. Es decir, si el Estado no cumple ni siquiera con eso, ¿para qué sirve entonces? A menudo sentenciamos con facilidad que tendríamos un mejor país, “si tan solo tuviéramos otros gobernantes…” o “si tan solo hubiera voluntad política…”, cuando eso en muchos casos es un facilismo. No podemos seguir postergando la reforma del Estado. Sin ella difícilmente van a funcionar las demás reformas (seguridad, tributaria, de salud, etc).

Necesitamos un Estado desburocratizado, digital y en el que la distribución de responsabilidades sea clara, para saber a quién ascender en caso de buenos resultados y a quién despedir, en el acto, en caso de fracasos. En caso contrario, a puertas de nuestro bicentenario, será una ilusión pensar que vamos a ser un país del siglo XXI, si seguimos con un Estado de siglos pasados.

 

Franco Germaná Inga.

@FrancoGermana

 
Franco Germaná Inga
11 de octubre del 2016

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