Juan Sheput

De las lentejas al menestrón

De las lentejas al menestrón
Juan Sheput
26 de mayo del 2015

Es obvio que hay responsabilidad del gobierno en fuga de Belaúnde Lossio.

Luego de la epidemia de buena fe que sacudiera a toda la clase política, en la que creyeron a pie juntillas en todo lo que decía el gobierno, los hechos del último fin de semana los ha vuelto a la realidad. Sicariato desenfrenado, extorsiones a negocios de toda índole, muertes de inocentes en protestas, robos en los programas sociales, ministros descoordinados, gobernantes escondidos y, como colofón perfecto para el estado de descomposición que se vive, la fuga de Martín Belaúnde Lossio del lugar donde estaba bajo arresto domiciliario.

Es obvio que hay responsabilidad del gobierno en todo esto, pero también hay responsabilidad de la oposición. No hubo ningún tipo de exigencia cuando, por ejemplo, el ministro de justicia Gustavo Adrianzén decía que confiaba en la seguridad boliviana o cuando el cada vez más cuestionable procurador Joel Segura decía que no viajaba al país altiplánico porque la burocracia demoraba en comprar los pasajes. Y decían todo esto con el silencio del premier Pedro Cateriano, a sabiendas que Martín Belaúnde declaraba que de ninguna manera regresaría al Perú y que estaba pensando en un tercer país para refugiarse.

Las lentejas de Arequipa palidecen ante este menestrón gubernamental de varios miles de millones de soles en negocios en el aparato público, central, regional y municipal del cual se acusa al otrora empleador de la esposa del presidente Humala. Todo parece indicar que el terror de la pareja presidencial a que hable su amigo Martín Belaúnde Lossio ha llevado a que, desde el gobierno, se haga todo lo posible para impedir su retorno. Desde el momento en que nos enteramos que se había fugado, por una delación del entonces Fiscal Carlos Ramos Heredia, hasta que se haya hecho oídos sordos, una y otra vez, a las sugerencias bolivianas para que el Perú decida por la expulsión, para evitar la compleja extradición,  o que el Perú pida detención para MBL en una prisión en lugar de la residencia en que estaba, cosa que tampoco hizo hay una secuela de eventos y decisiones indignantes. Hay más de un asunto concreto que apunta directamente a que el gobierno ha hecho todos sus esfuerzos para lograr que se cumpla este escenario: el de la fuga de Martín Belaúnde Lossio. Desde el momento en que se nombró a ministros manejables en las carteras de Justicia y Relaciones Exteriores se podía inferir este resultado. Como ha recordado IDL Radio, ya desde el 6 de abril se podía deducir la situación de fuga que hoy padecemos.

En ese sentido es patético que el presidente Humala y su esposa, tan elocuentes por asuntos menores, no se pronuncien ante un hecho tan indignante. Sin embargo la escandalosa fuga ya no es responsabilidad únicamente de ellos sino del grupo de funcionarios de todo nivel que se ha prestado a esta comedia de distracción cuyo único objetivo era facilitar la desaparición del amigo íntimo de la pareja presidencial. Que no sorprenda que, en aras del libreto que ya conocemos, algún escándalo se destape en estos días. Fieles a nuestra memoria cortoplacista, esto serviría para que olvidemos el más grande escándalo de este gobierno, que compromete cada vez más a la “pareja presidencial”.

Por Juan Sheput

26 – May – 2015

Juan Sheput
26 de mayo del 2015

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