Cuidado con la victimización

Sobre la investigación parlamentaria a la presidenta del nacionalismo, Nadine Heredia.

Nuestro país no ha podido cumplir con los desafíos propios de una democracia que intenta consolidarse, como son luchar contra la corrupción y un proceso adecuado de institucionalización. El tercer desafío, la consolidación económica, ha recibido una dosis de desengaño desde que venimos creciendo a un ritmo económico menor al 2% anualizado. No es una exageración señalar que, gracias a Ollanta Humala, el Perú está en un franco proceso de involución.

A ello el gobierno responde con demagogia y populismo, instrumentos políticos que creíamos ya habíamos superado. El presidente hace  promesas que durante el tiempo que queda para su mandato sabemos que no va a poder cumplir e irresponsablemente incrementa los niveles de gasto público en algunos programas sociales, a tal punto que los distorsiona. Es así que Beca 18 es un gran negocio para algunas universidades;  Juntos un foco de corrupción; las planillas fantasmas son un lugar común en Qali Warma, y así por el estilo. El presidente tiene en el ministro de Economía y en la Contraloría a cómplices de este despilfarro. Es algo que tendrá que investigar el próximo gobierno.

El deterioro es de tal magnitud que, si no fuera por la policía de los países vecinos, algunos sujetos hasta ahora serían prófugos del sistema de justicia. Orellana fue capturado en Colombia, Belaúnde Lossio en Bolivia. Es cierto que ya antes el expresidente Alberto  Fujimori y su asesor Vladimiro  Montesinos fueron extraditados gracias a Chile y Venezuela, pero ello reafirma lo expresado. De haber estado en el Perú de repente no habrían sido capturados. La presión política corrupta o las acciones de amparo o algúnhabeas corpus habrían hecho su trabajo.

Los indicios cada vez más focalizados nos vienen dando una idea del nivel de corrupción al que viene llegando este gobierno. No se trata de quién robó más, argumento de los amigos mediáticos de la pareja presidencial, sino de quién robó dos veces. Me explico. Primero,  ¿quién prometió ser diferente que los políticos tradicionales? Segundo ¿quién se comportó peor que ellos?. En el caso de Ollanta Humala y su esposa, defraudaron el voto de quienes confiaron en ellos para comportarse peor que los políticos tradicionales a los que criticaban.

Tratar de banalizar hechos como el del funcionario brasileño que trae coimas y es pareja de una alta directiva del organismo de licitaciones y amiga de Nadine Heredia es un signo de desesperación. Como lo es presentar acciones de amparo o habeas corpus para librarse de una investigación.

En la comisión Belaúnde Lossio hay parlamentarios que pueden manejarse con discreción y sobriedad, como Mauricio Mulder y Marisol Pérez Tello. Pero hay otros (u otro) capaces de todo por un minuto de reflectores o un micrófono. De estos hay que cuidarse para evitar que la opinión pública deslegitime un proceso de investigación necesario y se termine victimizando a Nadine Heredia.  Allí está el desafío de una investigación que no sólo es justa sino fundamental para la salud pública de la nación.

Juan Sheput

23 – Jun – 2015