Juan Carlos Valdivia

Cuidado con ese tercio

Cuidado con ese tercio
Juan Carlos Valdivia
28 de septiembre del 2015

Sobre el porcentaje de ciudadanos que aún no opta por un candidato

Las recientes encuestas publicadas no llaman la atención al mostrar el rechazo a Ollanta Humala y su esposa, solo reflejan el ánimo que se viene percibiendo en los medios de comunicación y las redes sociales.  Las encuestas muestran que la debacle de popularidad presidencial sería mayor, pero que los sectores favorecidos por las políticas de ayuda social (sector D y E; rural) sostienen su precaria aprobación.

Sin embargo, hay dos resultados que deberían preocuparnos. En primer lugar la situación estacionaria de los candidatos presidenciales, lo que significa que los esfuerzos del Palacio de Gobierno por enturbiar la escena política han tenido resultados. Los ciudadanos no logran responder a los esfuerzos de algunos candidatos en hacer propuestas, como PPK y, en alguna medida, Alan García. Las documentadas acusaciones contra la señora Heredia son respondidas con campañas contra los actores políticos de la oposición, en una frenética campaña que se observa  en las redes sociales y en las llamadas a radios que abren sus micrófonos. Desde el gobierno están dispuestos a llevarse a la clase política entera en su proceso de descomposición.

La otra respuesta que aparece en el trabajo presentado ayer por GFK y que debería preocupar es la pregunta que averigua si los encuestados votarían por un candidato que haga las cosas que Humala prometió y no cumplió. Es decir, la encuestadora muestra que hay un sector de los peruanos que anhelan un planteamiento estatista, un retorno a un pasado que pensábamos se habría superado. El 8% votaría definitivamente por ese candidato, y el 29% podría votar por un candidato de esas características. GFK suma ambos resultados para afirmar que un 37% votaría por alguien como el candidato chavista de la Gran Transformación.

Peligroso, pero no novedoso. Ya veníamos observando algunos rasgos en los recientes procesos electorales que nos hacían suponer la existencia de un bolsón electoral que aspira al cambio del modelo económico. En el 2006, Ollanta Humala ganó la primera vuelta electoral, al igual como sucedió en el 2011, cuando finalmente sí pudo alcanzar la presidencia. En la misma encuesta de GFK, los que no han definido su voto por algún candidato y aparecen como Blanco/viciado y No sabe/No opina suman 31%.

Ese tercio electoral es el que está esperando por un candidato. Son los que apuestan por el cambio, no necesariamente porque no vean los beneficios que ha traído el actual modelo económico. Hay en entre ellos los que han vivido a expensas del presupuesto público y que no se han podido adaptar a las exigencias del mercado. Son también los que no han podido ser rescatados de la pobreza por la falta de decisión del gobierno de Humala.

A ellos hay que ofrecerles un cambio. Pero un cambio que respete su dignidad y no los someta al voluntarismo de un gobierno y a la existencia de excedentes económicos que se pueden terminar. Hay que hablarles de la necesidad de la inversión privada como forma sostenible de acabar con la pobreza. Un mensaje claro y honesto debe ser el verdadero cambio.

Por: Juan Carlos Valdivia

Juan Carlos Valdivia
28 de septiembre del 2015

COMENTARIOS